Félix Zamora es otro de esos conquenses de la diáspora que ha desarrollado fuera de la tierra que le vio nacer una prolífica carrera profesional. Doctor en Ciencias Químicas, desarrolla su actividad docente e investigadora en el Departamento de Química Inorgánica de la Universidad Autónoma de Madrid. Además forma parte del Instituto de Física de la Materia Condensada, al Instituto de Química Avanzada y al IMDEA en Nanociencia. Su nombre está de actualidad porque forma parte de un equipo de científicos que trabajan en el desarrollo de tejidos eficientes contra el coronavirus para diversos usos como las mascarillas.
– ¿Usted forma parte de un equipo que está desarrollando un material que aumenta la protección frente a la COVID-19?
Es un consorcio formado por dos grupos de físicos, uno de biofísica liderado por Pedro de Pablo y otro que estudia las propiedades de materiales liderado por Julio Gómez, y luego hay otros dos grupos, uno del Centro Nacional de Biotecnología, que lidera el virólogo Jaime Martín, y otro en la Universidad de Granada que dirige Francisco Olmo que se dedica a estudiar la filtración de las partículas. Lo que estamos tratando de hacer se basa en investigaciones de los grupos por separado donde principalmente la idea viene del estudio que ha realizado durante más de 15 años el grupo de Pedro de Pablo y que observó que en ciertos virus cuando interaccionan con superficies, y en particular con grafito, en muchos casos conlleva la degradación del virus. Es como si el virus fuese un huevo que lo tiras contra una mesa y se rompe y además expulsa lo que lleva dentro, el material en este caso genético que sería el RNA. Si eso sucede el material sería antiviral y en concreto contra ese virus, porque cada virus es distinto. Lo que Pedro vio es que el grafito parecía un material interesante en interacciones con virus con membranas lipídicas y también proteicas, si bien el coronavirus es como una especia mixta, tiene una membrana lipídica y tiene esas patas que han visto dibujadas que son proteicas, o sea que es un tipo raro, hay que entenderlo todavía y estamos en ello. Lo que sí sabemos es que el grafito es un buen material en principio para la interacción con los virus, nosotros en nuestro grupo lo que hacemos es un material que se llama grafeno. En el laboratorio podemos preparar suspensiones líquidas que contienen el grafeno. ¿Qué contienen las mascarillas? Una cosa que se llama polipropileno que es un plástico pero en lugar de ponerlo en un film está puesto en fibras, es polipropileno tejido no-tejido, es decir esas fibras en lugar de darles un entramado lo que hacemos es tirarlas arbitrariamente y se forma un enrejado de fibras que define el poro por el que cuando tomas aire filtra. Lo que pretendemos hacer es decorar esas fibras, pintarlas con el grafeno. Eso ya lo hemos hecho y no sólo con grafeno, estamos buscando el material adecuado para generar una barrera específica antiviral que actúe contra este virus y contra otros virus que puedan venir.
– Me ha dicho que ya se llevaba tiempo trabajando con estas materias pero la lucha contra el coronavirus ha hecho que muchos trabajos se redirijan hacia este terreno. ¿Han adaptado su trabajo a esta nueva realidad o simplemente esto es una continuación del trabajo que se venía haciendo?
Cada uno de estos grupos estaba haciendo un trabajo en un área específica, lo que sucede es que cuando viene esto, como dentro de estos grupos interactuamos y tenemos conocimiento de lo que hacen otros, surge la idea de colaborar entre todos, unir fuerzas y encaminarnos a solucionar otro problema. Cada uno está haciendo una cosa separada, por ejemplo en Granada están estudiando los contaminantes del aire, ellos tienen unas capacidades y les pedimos usarlas para generar partículas para filtración. Lo que hemos hecho es readaptar cada uno su investigación para intentar solucionar un problema.
– Todavía no se conoce al completo este virus pero sí que conforme se va avanzando se van sabiendo más cosas acerca de él. ¿Este es un virus especialmente complicado de combatir o simplemente es el desconocimiento inicial del que se ha partido el que complica las cosas?
Partiendo de la base de que yo de virus sé poco, y para eso tenemos virólogos en el grupo, lo que he aprendido es que sí que tiene ciertas singularidades. Normalmente un virus tiene una membrana proteica o una lipídica, pero este tiene la doble vertiente. Esto significa que no sabemos muy bien cómo se desenvuelve, cómo interacciona y cómo se puede inactivar, no es fácil. Eso desde el punto de vista de lo que nosotros estamos intentando hacer, desde un punto de vista más de forma del virus se tiene un conocimiento bastante pequeño, porque saber la estructura de un virus de una manera precisa lleva mucho tiempo y mucho trabajo. El problema de la ciencia es que requiere mucho esfuerzo, tiempo y dinero, esos son los limitantes. Ahora lo que todo el mundo tiene en la boca es la vacuna pero normalmente desarrollar una vacuna es algo que lleva años, se está haciendo un esfuerzo enorme, invirtiendo muchísimo tiempo y dinero y están batiendo récords, pero no va a llegar una vacuna de ninguna manera antes de un año, habrá prototipos de vacuna, habrá que ver cómo van funcionando pero no va a haber una antes de un año.
– Volviendo al material en que están trabajando ¿en qué medida es eficaz contra el virus?
Hemos hecho ensayo con virus proteicos y con virus lipídicos, sabemos que se comporta bien, tenemos además la posibilidad de modular las propiedades del material y ahora ya tenemos por fin el coronavirus en el laboratorio, porque aunque parezca mentira no es nada fácil, hace muy pocas semanas que lo tenemos y ahora estamos empezando a controlarlo para realizar los primeros estudios así que no podemos saber todavía cómo se comporta en la interacción con el grafeno, ahora, con los precedentes que tenemos somos optimistas. Una parte importante de este proyecto es que, si resolvemos el problema y el material inactiva el virus, el escalado, es decir pasar a la fabricación, es relativamente fácil porque tenemos la producción del material controlada, y eso no es siempre así. Los métodos que usamos para decorar las mascarillas con métodos que implicarían en el proceso de producción del polipropileno la incorporación de una etapa y la tenemos controlada, lo tenemos resuelto.
“Si resolvemos el problema y el material inactiva el virus, el escalado, es decir pasar a la fabricación, es relativamente fácil”
– ¿Se podría fabricar de una manera industrial con sencillez?
Sí, normalmente eso no es fácil, si vamos al laboratorio y cogemos otro ejemplo sería mucho más incierto porque pasar de una escala de laboratorio a una producción industrial requiere un desarrollo y una inversión de tiempo y dinero importante, pero en este caso no es así porque ya viene de cosas que hemos hecho anteriormente, con empresas incluso. Tenemos patentes y sabemos hacerlo, así que en eso soy optimista.
– ¿Además de para las mascarillas se podría utilizar para otras aplicaciones?
Sí, ahora estamos ya en un proyecto un poco más grande, involucrando a más virólogos y haciendo un proyecto amplio. A nivel internacional no hay nadie que esté estudiando interacción de virus con materiales, esos estudios de los que se habla para determinar el tiempo que el virus permanece en una superficie no se están haciendo de forma adecuada. Nos hemos dado cuenta, hemos empezado a hablar con varios grupos de virólogos que están interesados y el proyecto va a ir más allá, el objetivo va a ser generar materiales, en global, que sean activos contra los virus, para que cuando vengan en el futuro otros virus podamos generar mascarillas adecuadas pero también textiles en general o superficies. Eso es útil a nivel doméstico pero también en hospitales, en tiradores de puertas, en catéteres, etc… ese es el paso siguiente que estamos abordando con otros grupos.
– Y como siempre la gran pregunta es ¿para cuándo estarán listos estos materiales?
Sí, esa es siempre la gran pregunta. Nosotros estamos haciendo algo que suele ser bastante inusual y molesto para la gente que hace ciencia pero a la vez fue nuestro objetivo desde el principio el intentar hacer algo deprisa para solucionar un problema, porque normalmente la gente que se dedica a la ciencia lo que trata es de llevar una metodología paso a paso y no saltarse ninguno para que las cosas se hagan de una determinada manera. Nunca vas con las prisas de buscar el resultado final porque además hay que aprender en el camino, en este caso nos lo planteamos basándonos en los resultados que teníamos para intentar hacer un encaje y yo diría que en este caso concreto a lo mejor tenemos suerte y en menos de un año, en unos pocos meses, llegar a tener algo adecuado. Y no es fácil porque los sistemas son complejos. Este problema nos ha cogido a todos de repente pero, sorprendentemente, muchos centros de investigación han estado cerrados. Se consideraba actividad esencial, y son muy de agradecer, los trabajos de limpieza o de alimentación u otros tipos y no se ha considerado esencial la ciencia en su conjunto sino solamente los que hemos estado trabajando contra el coronavirus, pero eso es un error enorme porque la base de esto viene de hacer ciencia en general y luego se hace el encaje, pero si paras la ciencia para todo, paran los equipos que nos ayudan a estudiar los materiales, etc… Ha habido ese problema y eso todavía nos pasa, ahora mismo sacamos una muestra y no la podemos llevar a algunos equipos porque están cerrados todavía, eso nos hace ir más despacio y estamos intentando hacer ver a las autoridades de la universidad que no podemos hacer esto, que hay que mover este asunto de una forma global para solucionarlo.
“La sociedad de diciembre o enero no tenía el mismo conocimiento que la sociedad actual, por lo tanto creo que vamos a estar sufriendo altibajos pero nos vamos a enfrentar al virus de otra manera”
– Aunque usted no lo sea sí que está en contacto directo con especialistas en virus. ¿Qué es lo que le cuentan sobre lo que va a venir, sobre esas famosas segundas o terceras oleadas que tanto tememos todos que lleguen?
Los virus están siempre, no desaparecen, lo único que puedes hacer es, una vez que tienes una vacuna, limitar su propagación, pero el virus siempre está. De hecho tenemos decenas de miles de virus conocidos y probablemente tendremos centenas de miles en total, además van mutando, de hecho del SARS COV-2 ya se conocen mutaciones. Así que estar va a estar y sólo vamos a poder luchar contra él de forma activa cuando tengamos la vacuna, vale. Pero también es cierto que la sociedad de diciembre o enero no tenía el mismo conocimiento que la sociedad actual, es decir ahora vamos todos con mascarilla, sabe que hay que tener una serie de precauciones y luego ha habido también una reestructuración a nivel sanitario, por lo tanto yo creo que vamos a estar sufriendo altibajos pero nos vamos a enfrentar al virus de otra manera. A mí me preocupa también, aparte del problema inminente de salud, el problema económico que es igualmente importante que el de salud porque al final van unidos. En Lérida han retrocedido de fase y el comercio e industria ya decían que iban abocados a un desastre absoluto y eso es lo que quizá habrá que reajustar aunque es complicado porque una cosa es la producción y otra cosa es el consumo y si tú metes a la gente en casa es muy complicado que la economía tire, y más en España que somos un país basados en el turismo desgraciadamente, y digo esto porque podríamos tener una buena fuente de ingresos en el turismo pero no volcarnos exclusivamente en él sino ir también a otros métodos de producción. El proyecto que estamos desarrollando también tuvo en cuenta este aspecto y en él están participando tres empresas españolas porque con la que nos iba a caer sería bueno que si hacemos algo podamos producirlo en España, tenemos una empresa que produce grafeno, Nanoinnova Technologies, tenemos otra que produce polipropileno, Non Wowens Ibérica, y tenemos otra que si llegamos a la fase final nos ayudará a producir las mascarillas.
– Todo el mundo ha vuelto la vista hacia la ciencia en esta pandemia pero España sigue siendo un país muy deficitario en cuanto a investigación se refiere, donde se invierte mucho menos que otros países de nuestro entorno. Me gustaría que nos hiciera una reflexión sobre cómo se puede mejorar un sector que en determinados momentos nos puede salvar la vida a todos.
A nivel de presupuestos no vamos a hablar. Salía hace poco en la prensa que se iban a destinar 1.000 millones de euros más en ciencia pero realmente no es tanto porque la ciencia consume mucho dinero. La cuestión es para qué hay que invertir en ciencia. La inversión en ciencia debe ser algo rentable, y le podría dar mil ejemplos. Uno de ellos es Singapur, si uno se va a mirar cómo era en el año 1995 era un país emergente, más o menos con los mismos parámetros económicos de España, y lo compara con lo que es ahora la diferencia es abismal, en este tiempo ha crecido brutalmente y uno de los pilares más fuertes ha sido lo que han dedicado, y dedican, a investigar, luego si un país como Singapur dedica mucho dinero a investigación será por algo, será porque tiene un retorno, a lo mejor no en un año o en dos pero lo tiene, porque si no no gasta. La investigación a un plazo medio o largo significa desarrollo de todo tipo. De otra parte, desde un punto de vista menos materialista, resuelve problemas, ahora mismo estamos todos esperando que salga una vacuna. Y volviendo al principio lo de dedicar 1.000 millones para la investigación contra el coronavirus está muy bien pero es temporal, lo que hay que hacer es dedicar dinero a investigar, así en genérico, porque en España estamos muy a los vaivenes, con pocos recursos y sólo hay que compararlo con otras cosas a las que se destina dinero en España. Eso sí, hay gente muy buena en investigación en España y con una productividad muy alta, que puede ser incluso el problema, porque se produce mucho por poco dinero.
– ¿Cree que después de esto puede haber un cambio en esa política después de esta experiencia del coronavirus?
Desgraciadamente tendemos a olvidar. La sociedad es sensible, si preguntas por la calle cómo se valora la ciencia todo el mundo lo valora muy bien, lo que pasa es que los que están en los gobiernos miden otros parámetros que son los votos, dónde pongo para que me dé votos, son sensibles a lo próximo y la ciencia les queda un poco más lejana. Es difícil, yo creo que se va a olvidar, espero que no pero se olvidará en poco tiempo.