«En Cuenca necesitamos una discriminación positiva para que los médicos quieran trabajar aquí»

Entrevista Carlos Molina, presidente del Colegio de Médicos de la provincia de Cuenca

Carlos Molina es desde hace más de tres lustros presidente del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Cuenca, que cuenta con casi mil colegiados que ejercen su labor profesional en nuestra provincia. Con la perspectiva de un nuevo mandato en el horizonte, Molina aborda en esta amplia entrevista cuestiones de actualidad sanitaria así como asuntos genéricos de la profesión médica y del sistema de salud, tanto público como privado, de nuestra provincia.

– Estamos teniendo un invierno con alta incidencia de varios virus: gripe, gástricos, Covid, etc… ¿Está siendo un año con especial afectación o son todos más o menos igual pero se nos olvida de un año para otro?

Yo, sinceramente, creo que se nos olvida. Si tiramos de hemeroteca, todos los años los centros de salud y hospitales están sobrecargados y siempre nos pilla el toro a nosotros y a la administración sanitaria en el sentido de no reforzar. Sobre la cantidad de virus, antes venía un virus, como mucho dos, pero ahora el Covid está siendo desplazado por otros virus, y hay varios. El dorovirus, que es gástrico, los de la gripe, coronavirus, etc… En Cuenca nos estamos dando cuenta que hay mucha gente con un virus Cosackie, que produce una faringitis muy dolorosa. Pero bueno, es como todos los años, no hay mucha diferencia.

– ¿Nos vacunamos menos de lo que deberíamos o después de la Covid hay más concienciación?

Yo creo que se nos está olvidando también vacunarnos. Tuvimos mucho miedo con la Covid y hubo una vacunación muy importante, pero ahora se nos está olvidando y los índices de vacunación probablemente sean menores que otros años. La vacunación es fundamental porque siempre es mejor prevenir que curar y lo que más vida salva son las vacunas. La vacunación de la gripe entre personas de riesgo se calcula en España que es, si no recuerdo mal, el 68%, que para ser población de riesgo es bastante bajo. Ahora se está ampliando la vacunación a la población que no es de riesgo y se hace para proteger a la de riesgo.

– Hablemos de colegio como institución. ¿Cuántos colegiados hay? ¿Está en aumento o en descenso?

A día de hoy somos 879 colegiados en Cuenca y dentro de este número están también los jubilados, porque el médico lo es hasta su fallecimiento. Está aumentando el número sobre todo a expensas de médicos jubilados, que están subiendo de manera notable porque la esperanza de vida ha aumentado mucho y vivimos más.

– ¿Todos ejercen su labor en la provincia de Cuenca o pueden estar colegiados aquí y trabajar fuera?

Todos ejercen en Cuenca. La ley dice que para trabajar basta con estar colegiado en un solo colegio a nivel estatal, pero tienes que estar colegiado en el sitio donde tengas tu trabajo único o principal, así que la inmensa mayoría de nuestros colegiados trabajan aquí. Sí nos pasa que tenemos muchos médicos que trabajan en Cuenca pero no están colegiados aquí, alrededor de unos 50, que vienen a trabajar en sanidad privada o están trabajando en el servicio público de salud pero no les piden la colegiación en Cuenca, algo que sería fundamental para que el colegio le asegure a la población que estas personas son médicos y que no están inmersos en ningún procedimiento legal o ético que les impida trabajar.

“Sí nos pasa que tenemos muchos médicos que trabajan en Cuenca pero no están colegiados aquí, alrededor de unos 50, que vienen a trabajar en sanidad privada o están trabajando en el servicio público de salud pero no les piden la colegiación en Cuenca”

– ¿Cómo cree que es el estado general de la profesión médica en nuestra provincia, que es extensa, poco poblada y con muchos municipios?

Pasa lo mismo que en el resto de provincias. Hay zonas donde se trabaja cómodamente y otras más difíciles, con sobrecarga asistencial. La verdad es que tenemos menos quejas colegiales de las que esperamos, es algo que no pasa sólo en Cuenca, es habitual en todas las provincias. 

– ¿Es Cuenca una provincia a la que los médicos quieren venir a trabajar o cuesta trabajo?

Es una provincia a la que los médicos vienen a trabajar en buen número, pero algo estaremos haciendo mal, porque no se quedan, muchas veces somos una provincia de paso. Hay determinadas especialidades en las que el sueldo viene marcado por las guardias y si tenemos especialidades que no tienen guardias, o los médicos complementan su trabajo en la privada o el sueldo se queda muy escaso y prefieren trabajar en otras provincias que tienen mucha más potencia desde el punto de vista privado. En Cuenca necesitamos una discriminación positiva, de sueldos es complicado pero a lo mejor en cuanto a puntos en las bolsas de trabajo, en la formación, con una mejor conciliación familiar, etc…, sí que se pueda hacer. Y otra cosa que es fundamental es la recuperación de la carrera profesional sanitaria, porque somos la única comunidad autónoma que todavía no la ha recuperado.

Antes los médicos venían y se quedaban, pero ahora, que hay bastante trabajo en todas las provincias, estamos viendo un trasiego de médicos que entran y salen bastante importante. 

– ¿Qué razones hay para ello?

Hay varias en mi opinión. No tenemos facultad de medicina, no somos capaces de producir médicos suficientes en la provincia para atender a toda la población y porque el número de residente que hay en Cuenca es mucho menor al de otras provincias. Eso hace que tengan que venir médicos que no tienen ningún arraigo en Cuenca y si tienen sus familias fuera de nuestra provincia en cuanto puedan se van a ir.

– ¿Eso se puede paliar cuando esté funcionando el nuevo hospital?

Depende. Lo importante no es el continente, es el contenido. El nuevo hospital es espectacular en todos los sentidos, lo tengo que decir, pero si no lo llenamos de médicos fenomenales no vamos a ningún sitio. Hay que hacerlo atractivo.

– ¿Qué va a suponer para Cuenca la apertura del nuevo hospital?

Según lo que nos dicen, después de Semana Santa se van a empezar a trasladar servicios al nuevo hospital. Yo no conozco el protocolo de traslado, pero sí conozco el de Toledo y supongo que será muy similar, aunque espero que no se cometan los mismos errores que allí y se tarde menos en hacer el traslado. Yo confío en que las uvas de este año nos las comamos con todos los servicios trasladados. Creo que tiene que ser así, si no, es porque no se habrán hecho las cosas bien o porque habremos tenido una hecatombe. 

“El nuevo hospital es espectacular en todos los sentidos, lo tengo que decir, pero si no lo llenamos de médicos fenomenales no vamos a ningún sitio”

– Le quería preguntar por Muface. ¿Hasta qué punto puede impactar en la sanidad pública que desaparezca?

Con mucha preocupación. Probablemente el asunto de acabar con Muface tenga un componente ideológico, pero no hay que olvidar que es un derecho que tienen los funcionarios, que pueden elegir entre Muface y el régimen general de la Seguridad Social, igual que los jueces con Mugeju y los militares con Isfas, pero curiosamente sólo hay problemas con Muface, no con las otras dos. Yo no sé si el dinero que da el Estado es poco, eso lo tienen que ver las empresas que dan el servicio. Lo que sí sé es que el gasto por persona que se aplica dentro de la población general es mayor en la Seguridad Social que en Muface. Siempre se ha pagado menos, pero antes, dentro de Muface, habría más funcionarios y menos jubilados y dar ese servicio era rentable para las empresas que lo dan, que legítimamente quieren ganar dinero como cualquier otra empresa.

Lo que pasa ahora es que cada vez hay más jubilados en Muface, el gasto es mayor y ya no es rentable para las aseguradoras, así que o se sube el dinero que se dedica a esta población o las empresas no van a seguir dando el servicio. Y estamos hablando de un millón y medio de personas, que no sólo hay que atenderlos sino que hay que hacerles recetas, que hasta ahora paga el Ministerio de Sanidad pero que si desaparece Muface ese gasto lo tendrán que asumir las comunidades autónomas, y eso es un problema porque no hay presupuesto para ello. Y además, si ahora tenemos unas listas de espera tensionadas y todas estas personas entran en el servicio público de salud esto va a empeorar y a los médicos es a los que nos va a tocar dar la cara.

– ¿Está muy saturado ahora el sistema público de salud en nuestra provincia?

Está saturado, sí. En esta época del año siempre se satura, pero he de decir que el servicio de urgencias de Cuenca está menos saturado que en otras provincias. 

– ¿Cómo está el tema de las agresiones a médicos, aumentan o disminuyen?

Está aumentando un poquito en la provincia de Cuenca, aunque no suelen ser agresiones físicas sino más bien amenazas o insultos. Cuenca es una provincia educada y respetuosa y el hecho de que hay muchos pueblos pequeños hace que haya una relación casi de amistad entre el médico y los pacientes, por eso quiero creer que más que aumentar las agresiones lo que está aumentando son las denuncias de estas gracias a la concienciación que hay con el tema. Para nosotros es fundamental este asunto y por eso trabajamos codo con codo con las fuerzas de seguridad del Estado, con la fiscalía y con los forenses.

– ¿Cuántos años lleva como presidente del colegio?

Dieciséis.

– ¿Y va a presentarse a las elecciones de este año?

Sí. La verdad es que entré para un ratillo y llevo ya todo este tiempo. Esta semana tuvimos una reunión de la candidatura que nos presentamos, el día 21 concluye el plazo de presentación de éstas y que yo sepa no hay ninguna otra, parece que va a ser así.

– ¿Es muy corporativista la profesión médica?

No, es algo que la gente piensa pero que no es así. Lo que pasa es que conocemos la profesión y cuando te hablan de un supuesto error médico sabemos que esas cosas pasan, es que hay complicaciones que pueden ocurrir. Además, nuestro código deontológico nos impone que no debemos ser corporativistas sino todo lo contrario, ser capaces de detectar si hay un compañero que lo está haciendo mal y hacérselo saber al menos al colegio de médicos, cuya función no es laboral sino defender la profesión, y la mejor manera de hacerlo es que no haya médicos haciéndolo mal. Nosotros tenemos nuestros errores, como todo el mundo, y nuestros malos días, como todo el mundo. Si hay un error médico hay que responder por él, pero también hay que saber que el error forma parte de la condición humana. Y en última instancia están los juzgados para resolver cualquier reclamación que se quiera hacer.