El Sindicato Ferroviario ha presentado ante la Dirección del Grupo RENFE, el Ministerio de Transportes y el Ministerio de Trabajo, convocatoria de paros de 7 a 9 horas y de 18 a 20 para los días 1, 4, 5, 7, 8, 11 y 12 de octubre, tras la celebración sin acuerdo de la Comisión de Conflictos Laborales. Esta convocatoria se une a la del Sindicato de Maquinistas, que ha convocado huelga para prácticamente las mismas fechas: 30 de septiembre y 1, 4, 5, 7, 8, 11 y 12 de octubre.
«Los motivos de estos paros son enfrentarnos a la caótica situación en que se encuentra sumido el Grupo RENFE como consecuencia de unas políticas de empresa basadas exclusivamente en la internacionalización, como si nuestra empresa pública fuese una Multinacional al servicio de intereses mercantiles en lugar de al servicio de la ciudadanía», señala el Sindicato Ferroviario, encuadrado en la Intersindical.
«Esta obsesión del Presidente de RENFE por comprar empresas extranjeras ruinosas, como LeoExpress de la Republica Checa, o por ir a operar a Arabia Saudí, Texas, etc, está suponiendo el abandono de la operación en el Estado Español y dejar expedita la vía a que los operadores privados puedan competir con facilidad, con la inestimable colaboración de la desidia generalizada del Grupo RENFE», añaden.
Así, sostienen, «la cada vez más insoportable falta de personal en todos los colectivos está suponiendo que no se puedan recuperar todas las circulaciones previas a la pandemia y se supriman a diario circulaciones de cercanías en numerosos núcleos, por falta de maquinistas, que se estén deteriorando los estándares de calidad y fiabilidad del material, por falta de personal en los talleres, que se estén incrementando el número de circulaciones sin personal de intervención y que se abuse del uso de las claves de incidencias y de los descansos detraibles».
Indican que está suponiendo asimismo «la modificación de gráficos y cuadros de servicio de todos los colectivos, la imposición de cambios de turno, la arbitrariedad en la designación de trabajos en sábado y domingo, el cierre de taquillas, la externalización de actividades, la generación de frecuentes situaciones de movilidad geográfica y funcional temporales y el aumento del número de agresiones al personal de intervención».
