El levantamiento del cierre perimetral y del toque de queda ha supuesto un respiro para el sector que sirve para vez la luz tras un año «horrible» marcado por la pandemia y las restricciones a la movilidad. De hecho, el impacto ha sido de tal calibre que «las caídas de la facturación han sido del 70 y 80 por ciento, fácilmente».
Javier Álvarez, presidente de la Asociación Radio Taxi Cuenca, ha precisado que «muchas de las licencias que tenían conductor prescindieron de ellos. En marzo del año pasado ya se empezó a notar y muchos conductores se acogieron a los ERTEs. Aquí ha habido compañeros que han hecho cuatro servicios en todo un día. Así es completamente inviable. En verano mejoró un poco y después volvimos al crudo invierno».
Estas mismas fuentes han señalado que el fin de las restricciones ha marcado un antes y un después aunque el panorama dista mucho de ser el anterior a la crisis sanitaria. «Durante el fin de semana pasado se notó un cambio y se ha visto más gente de fuera. Entre la gente de fuera y la propia de Cuenca que se va moviendo pues parece otra perspectiva. No estamos en los niveles anteriores todavía pero bueno, se agradece la mejora».
Álvarez no duda en calificar la situación vivida como «realmente horrible. Al principio estuvimos sin hacer nada y luego con gente mayor que iba al médico…que es lo que teníamos. Turismo, gestiones laborales de otras provincias,…desaparecieron y lo que había eran traslados sanitarios y poco más. Había diez o doce conductores contratados y quedaron un par de ellos. Ahora no estamos como antes pero estarán seis o siete. Algunos se han incorporado y otros han cambiado de trabajo. Las licencias han continuado todas. Al principio, hubo algún compañero que se dio de baja pero poco después, en abril o mayo, volvimos a estar todos otra vez y así hemos seguido».
En la actualidad, la ciudad de Cuenca cuenta con 35 licencias de taxi otorgadas por el Ayuntamiento mientras que la Asociación Radiotaxi Cuenca cuenta con 25 asociados.