El PP de Cuenca ha ofrecido este lunes una rueda de prensa en la que ha afirmado que un geólogo ya avisó al Ayuntamiento en octubre de 2019 del riesgo de derrumbe de la calle Canónigos. Según ha aseverado el portavoz de los populares, José Ángel Gómez Buendía, “el alcalde, Darío Dolz, y la concejal de Urbanismo, Nelia Valverde, recibieron este informe de Raimundo Gómez, experto en Ingeniería Geológica, Edificación y Obra Pública, que les alertaba a ambos del grave riesgo que entrañaba el estado de la calle Canónigos e instaba a una solución”. Por eso, los populares solicitan la dimisión de ambos.
Un remedio que, como ha subrayado Gómez Buendía, el texto señala que debía abordarse “con urgencia puesto que en caso de colapso de la zona, este sería repentino, poniendo en peligro la propia vía, el entronque del puente San Pablo, la zona aguas abajo de la calle y las personas y vehículos que se puedan encontrar por la zona”.
El documento, el Partido Popular ha hecho público a través de este enlace, es un presupuesto orientativo para estabilizar la carretera. Los populares subrayan que “han contrastado la veracidad de la existencia de la comunicación entre el experto y el Ayuntamiento a través de emails”.
«La grieta se sigue ensanchando»
En el texto, Raimundo Gómez advierte de que “el tramo de carretera descansa sobre un lienzo de muralla que se está despegando de la roca que constituye el núcleo base del Casco Antiguo”. Esta separación “se manifiesta en una grieta a lo largo de todo el contacto carretera/pared de roca, de unos centímetros de ancho y que durante los meses de septiembre y octubre de 2019 se sigue ensanchando como demuestra la fisuración de los testigos de yeso que el Ayuntamiento ha colocado”.
El geólogo subrayaba que “el muro de piedra bajo la calle, que actúa como contrafuerte, ha perdido su función; el movimiento de separación están en marcha y se verá agravado por el agua de lluvia y la procedente de fugas de la red municipal o de fecales y la tendencia es al colapso por pérdida de cohesión y lavado del relleno entre el muro de piedra y la roca natural”.
Así, en este texto vaticinaba que “como el proceso de despegue y lavado continúa, a pesar de que en esa zona en las últimas semanas no se aprecia movimiento en los testigos, el muro y relleno acabarán colapsando y arrastrando la calle con ellos”.
Entre las recomendaciones de este experto figuraban “actuar con urgencia, impedir el tránsito de vehículos y personas provisionalmente hasta que se solucione el problema, realizar una estabilización provisional de urgencia que impida la continuación del deterioro y permita colocar maquinaria sobre la calle para realizar la estabilización definitiva y posteriormente ejecutar esa estabilización”.
«Las advertencias no se tomaron en consideración»
Un informe del que, en palabras de los ediles populares, «por desgracia para todos se han cumplido sus advertencias sin que los actuales responsables de la gestión de la ciudad hayan decidido tomarlas en consideración, ni siquiera en cuanto al anunciado grave riesgo que se corría de no abordar con urgencia la intervención, hasta que se ha producido el fatal desenlace, dando gracias que por un golpe de suerte no hayamos tenido que lamentar daños personales o víctimas mortales».
Continúa el Grupo Municipal Popular señalando que «la gestión del equipo de gobierno, amparada o no en otros informes, contradictorios o no con este, se ha caracterizado por la elección de un procedimiento administrativo no urgente que se ha dilatado durante 20 meses, por la no adopción de medida alguna destinada a evitar que continuara la filtración de agua de lluvia y por la autorización del inicio de las obras con escasas o ninguna medida de estabilización previa de la zona afectada». Continúan indicando que «ha sido una gestión que contradice cada una de las recomendaciones y advertencias que sí conocieron a partir del informe antes expuesto, y cuyo resultado todos conocemos, de la que deberán responsabilizarse al menos políticamente».
Una gestión, concluyen los ediles populares, «de la que se deriva, en el mejor de los casos, una grave falta de diligencia con consecuencias severas sobre el patrimonio y que ha inducido un grave riesgo sobre la vida de las personas», por lo que el Grupo Municipal Popular ha exigido la dimisión del Alcalde de Cuenca, Darío Dolz, y de la concejal de Urbanismo, Nelia Valverde, «una vez hemos podido contrastar que ambos conocieron la gravedad del problema», así como la que ya anunciaron del concejal de Patrimonio, Miguel Ángel Valero.