El Festival de Otoño termina su primer fin de semana con una jornada en Las Cañadillas dedicada a los niños

Los más pequeños de la ciudad de Cuenca fueron los protagonistas del día en el que participaron en un Escape Room y jugaron con barro.

La última jornada del IV Festival de Otoño en Cuenca ha sido una celebración dedicada a los más pequeños de la ciudad. El barrio de Cañadillas se convirtió en el escenario para una mañana llena de diversión, imaginación y aventura, donde casi un centenar de niños y niñas disfrutaron de actividades diseñadas exclusivamente para ellos, según informa la organización en una nota de prensa.

El día comenzó a las 11:30 horas con el Escape Room «Comic», organizado por Fantasy Worlds Eventos. Esta actividad, que ofreció dos pases para los más aventureros, «fue todo un éxito», señalan. Los niños se adentraron en un mundo de superhéroes y misterios, desafiando su ingenio y creatividad para resolver los enigmas que les llevarían a la victoria. La emoción fue palpable en cada grupo, que trabajó en equipo para superar los retos.

A continuación, a las 12:00 horas, la atención se trasladó al taller «Jugando con el Barro», dirigido por la artista Belén González. Durante cuatro pases, los más pequeños se convirtieron en pequeños artesanos, que moldearon figuras y dieron forma a sus ideas con sus propias manos. Los niños descubrieron el placer de crear algo propio, dejándose llevar por la magia del barro y el arte. Esta actividad no solo fue una experiencia educativa, sino también un momento para que los niños conectaran con la creatividad de una forma lúdica y divertida.

El barrio de Cañadillas ha sido el gran protagonista de esta jornada dominical, y sus vecinos han expresado su «alegría y satisfacción por haber acogido una parte tan importante del festival». Las familias se unieron en un ambiente festivo, donde la cultura y la comunidad se entrelazaron para ofrecer a los más pequeños una experiencia única que difícilmente olvidarán.

El Festival de Otoño de Cuenca cierra así su primer fin de semana con «un éxito rotundo». Las risas, los juegos y la alegría que llenaron Cañadillas en el último día del festival «son el reflejo de un evento que, desde su comienzo, ha buscado unir a los conquenses a través del arte, la música y la creatividad», destaca la organización.