Marta Peñuelas ha sido reelegida como presidenta de la Asociacion de Mujeres Empresarias de la provincia de Cuenca a mediados del pasado mes de diciembre. Mujer y empresaria en un entorno rural. ¿Más difícil todavía?. Tesón y confianza en sí misma son dos de las cualidades que acompañan a esta emprendedora que se ha abierto camino en un mundo empresarial con presencia mayoritariamente masculina. Gerente de La Venta de los Montes, empresa dedicada a restauración y catering en Cañada del Hoyo, pone de relieve que la provincia dispone de todos los elementos que pueden posibilitar su despegue…y se trata de aprovecharlos con apoyos, trabajo y dedicación. Reclama mayor visibilidad para la mujer empresaria, a quien no duda en sealar como un pilar fundamental para combatir la despoblación en el territorio conquense. Como ‘self made…woman’ se ha hecho a sí misma empezando desde la barra del restaurante para gestionar una empresa de referencia en Castilla-La Mancha.
¿Cuáles han sido los motivos para presentarte a la reelección de la presidencia de la Asociación de Mujeres Empresarias?
Me he presentado a la reelección por el apoyo de mi junta directiva, del Comité Ejecutivo de CEOE y de su presidente. En una legislatura no nos ha dado tiempo a hacer todo. Teníamos un dossier lleno de ideas y de actividades para visualizar a la mujer y con la pandemia nos quedamos sin poder completarlas. Creo que era necesario terminar esos proyectos porque no se trata de un dossier lleno de páginas, es una ilusión y un reto que te planteas en tu día a día.
¿Resulta complicado compaginar las dos actividades: estar al frente de una empresa y de una asociación empresarial?
Lo compagino como todo el mundo. Como puedo. Saco tiempo de donde puedo porque es algo que me gusta y hay que visualizar el papel de la mujer. Es necesario. Estoy en una zona rural y es necesario que la mujer alcance todos los ámbitos, que tenga representación en todos los sitios, que no tenga tantos problemas para emprender…A una mujer le cuesta emprender mucho más. Considero que debe haber alguien represente y que facilite las cosas. A mí me llama mucha gente preguntando ‘Marta, cómo lo hago, que tengo que hacer? . Para mí fue muy difícil. Lo conseguí porque soy muy perseverante.
Ya hay asociaciones empresariales pero… ¿Sigue entonces siendo necesaria una asociación que agrupe y se dedique a las mujeres empresarias?
Sí. En primer lugar porque necesitamos mucho ánimo, conocernos, subirnos la autoestima sobre todo en las zonas rurales…No nos lo creemos pero somos necesarias para la sociedad. Es una labor que hemos hecho siempre y no nos creemos que somos generadoras de empleo, de riqueza…y somos las únicas que podemos hacer que haya gente en los pueblos y que tengan vida. Las mujeres necesitamos subirnos la autoestima. Vas a sitios, estás rodeada de hombres y es necesario que se haga todo un poco más fácil. Que nos den herramientas. Que no vayas a emprender y te encuentres en un despacho lleno de hombres, en una reunión llena de hombres…que poco a poco se vaya ganando la batalla. Sé que es una batalla que se gana despacio, poco a poco, porque aún en las zonas rurales aun hay una mentalidad que en materia de igualdad va un pasito un poco más atrás. Eso lo debemos cambiar y es la labor que tenemos como sociedad. Por nosotras y, sobre todo, por la generación que viene. Que mi hija no se tenga que enfrentar a muchas cosas que yo me he tenido que enfrentar. Hay que visualizar el papel de la mujer empresaria y hay que dejar que las mujeres emprendan. Hay que darles armas y herramientas, formación e información. Debemos dar a la mujer el mérito que ha tenido toda la vida en nuestros pueblos para que la generación que viene lo vea posible y tenga muchos menos problemas.
«Creer en nosotros mismos y en las maravillas que tenemos en Cuenca es fundamental para el despegue de la provincia»
En tú caso, mujer y en el entorno rural ¿Más difícil todavía?
Mucho más difícil porque vamos un paso por detrás en igualdad. El entorno rural tiene mucha gente mayor y la sociedad no cambia tan fácilmente. Por eso necesitamos ayuda, que se fomente el emprendimiento, el papel de la mujer, que las mujeres de verdad se lo crean…Lo necesitamos. El emprendimiento femenino es el mejor aliado para combatir la despoblación. Donde la mujer se quiera quedar porque están sus raíces, su familia,…es donde se va a generar riqueza y empleo.
¿Cómo ha evolucionado el número de mujeres empresarias conquenses en estos años? ¿Aumenta o disminuye?
Somos 250. Prácticamente del sector de servicios, hostelería,…aunque también de comunicación, ingenieras… Va subiendo poco a poco. Ahora la mujer está formada y tiene muchas inquietudes. Lo que nosotros queremos en esta legislatura es que suba todavía mucho más.
Como mujer y empresaria que vive y tiene su negocio en un pueblo de Cuenca ¿Cuál crees que puede ser receta para el despegue de la provincia?
Tenemos una provincia maravillosa que tiene algo que ofrecer en cada rincón. Ahora son muy importantes las ayudas europeas que se han conseguido a través de CEOE. Es imprescindible facilitar todo a quien tenga una idea y una meta. Se debería haber hecho antes pero aún estamos a tiempo. El punto principal es atraer empresas, atraer inversores…creérnoslo nosotros mismos. Creernos lo que tenemos para potenciar y promocionar nuestra provincia. En cada pueblo hay algo que ver. En Cañada están las lagunas, en Valdemoro la balsa…Y no sólo en turismo. Tenemos un sector de la madera espectacular, un sector agroalimentario también espectacular, bodegas al más alto nivel, el champiñón, miel…Hace falta que nos lo creamos, trabajar e ir hacia adelante. Siempre hay que mirar hacia adelante. Tenemos que creérnoslo y pensar en positivo.
¿Cómo empezó tu carrera como empresaria? ¿Cómo iniciaste este camino?
Empecé en un bar familiar. Mi suegro enfermó y hubo que coger el bastón de mando antes de la cuenta. Y el crecimiento me lo ha ido trayendo mi vida, mi inquietud. Al poco tiempo teníamos un pequeño comedor. Empezamos a trabajar para los viajes de autobuses durante cuatro años. Eso me permitió crecer y hacer un comedor mucho más grande, para cien comensales. A continuación, se vendieron una fincas de caza cerca de Cañada del Hoyo y empecé a trabajar con ellos y fue lo que me llevó al catering porque pidió que llevase la comida a fincas de Cuenca. Todo ha sido posible gracias a mi inquietud y ganas de trabajar. El primer día que salí a la calle con un catering, dejé un comedor vacío de mesas y sillas y me las llevé en coches y remolques prestados. Las judías fueron en el maletero de un coche. Quiero decir que no es fácil, pero lo he logrado. Ahora mismo tengo una flota de siete u ocho furgonetas, otros tantos coches, un camión…
«La hostelería está ahora en un momento complicado, con inquietud…porque te levantes, das un paso adelante..y otro atrás»
¿Qué necesita un empresario o empresaria para que funcione un negocio? Porque muchos y muchas empiezan pero no se mantienen…Se trata de algo muy habitual en la actualidad sobre todo en la capital conquense. Abren muchos negocios pero el periodo de actividad es breve.
Trabajo, tesón, mucha lucha y creer en uno mismo. Hay pensar que es posible y que voy a salir adelante. Y agarrarse a todo lo que le ofrece el camino de la vida. A mí cuando me ofrecieron que me fuera a El Castellar me decían que estaba loca. Y ahora doy casi todas las fincas de la provincia de Cuenca. Necesitas creer que es posible. También dejar algunas cosas de tu vida a un lado y centrarte en tu negocio. Pero si quieres dar lo mejor a tus hijos, tienes que trabajar. No hay otra solución. Ese es el lema.
Durante esta entrevista hay una expresión que has utilizado en varias ocasiones: «Creer en ti mismo».
Si tú no piensas que es posible…nadie lo va a hacer. Y si tú equivocas, aprenderás del error. Y eso es independiente de que seas hombre o mujer.
Llevamos casi dos años de pandemia ¿Cómo se encuentra la hostelería conquense en estos momentos?
Este año ha sido bueno, El mes de diciembre venía espectacular pero se ha parado. No por las restricciones sino por nosotros mismos, que nos cuidamos, y hacemos que las reservas se anulen. El mundo de la hostelería ahora mismo está triste porque avanzamos, damos un paso adelante, contratamos otra vez gente…y volvemos a dar un paso atrás. Te levantas y vuelves a caer. Es una inquietud constante y la hostelería está triste. Durante el año se ha trabajado muy bien y todo el mundo ha puesto de su parte: alcaldes, asociaciones…la respuesta de la gente ha sido buenísima pero ahora tenemos esa inquietud. La hostelería está en un momento complicado.