El presidente de la Asociación de vecinos del barrio de Los Moralejos, Francisco Ñíguez, ha manifestado la «preocupación» de los habitantes del barrio ante la situación que hay en el muro de la calle Ramiro de Maeztu. Y es que la caída de la calle Canónigos ha despertado el «miedo» entre los vecinos de este céntrico barrio conquense de que pueda pasar algo similar.
En declaraciones de Ñíguez «aquí en Ramiro de Maeztu los vecinos del edificio están preocupados porque el muro sigue estando ahí, los coches se siguen aparcando, parece que prima más que otra cosa el afán recaudatorio con las plazas de la ORA que tiene encima la calle».
El presidente de la Asociación de vecinos señala que la caída «se produjo cerca de unos depósitos de gasoil con unas calderas», de ahí parte del temor de los vecinos.
Además, tal y como indica, si hubiera pasado hace dos años «no habría tanto problema al estar el Instituto Alfonso VIII cerrado». Ahora con la apertura «el barrio ha ganado mucha vida pero también es verdad que hay preocupación porque esa calle ahora es más transitada, muchos jóvenes salen al recreo ahí, los jóvenes no tienen consciencia del peligro que hay y muchas veces se acercan demasiado a las vallas».
Otro de los temores es que caiga todo y «al ser esa calle la única vía de acceso se quede el barrio cortado. Eso por no hablar de que pueda haber alguna desgracia», apunta lamentando «que hayan pasado diez meses desde que se produjera el último derrumbe y no se haya solucionado el problema».
La calle «sigue soportando mucho peso»
Además, subraya que la calle «sigue soportando mucho peso pese a haberse producido un derrumbe. Pasan camiones de la harina para la panadería, hay vehículos que aparcan muy cerca, hay más de diez plazas de aparcamiento de la ORA por las que el Consistorio recauda dinero y que se está produciendo una situación de riesgo».
También señala que «hay mucho más tránsito de vehículos que pasan a recoger a los niños del instituto».
«Espero que después del disgusto de la calle Canónigos se impliquen un poco más en reparar el muro de Ramiro de Maeztu», sentencia recordando que las labores «se limitaron a hacer un saneamiento en el muro».
Sobre las vallas de protección con las que quedó la zona, comenta que «cuando hay viento hacen efecto vela y son los propios vecinos quienes tienen que estar acercándose a levantarlas. Son un desastre».
El presidente pide al Ayuntamiento asuma la responsabilidad
«La pelea la tienen en ver quién es el propietario, si los vecinos o el ayuntamiento. Unos dicen que pertenece al Ayuntamiento y este que pertenece a los vecinos. Pienso que es una disputa tonta, porque la responsabilidad del Ayuntamiento está ahí y se está beneficiando de ese muro, que soporta el paso de los vehículos por la calle y está perjudicando a ese muro, sea o no de la comunidad de propietarios», reflexiona el presidente vecinal.
Además, añade que «no puede ser que el Ayuntamiento a través de la ORA esté cobrando por aparcar en esa calle y luego decir que no tiene responsabilidad sobre ese muro que sujeta la calle».
Para Ñíguez la solución pasa por «sanearlo bien todo y dejarlo reparado y luego buscar las culpas y la responsabilidad. El Ayuntamiento es responsable civil subsidiario y tiene una obligación con los contribuyentes y vecinos de recogerlo y asegurar bien toda la zona».
«No entiendo por qué está escurriendo el bulto el Ayuntamiento. Los árboles por ejemplo los plantó el Ayuntamiento en la calle, habría que ver si no han afectado a la estabilidad del muro, o el peso de mismos coches en superficie o la filtración de aguas», critica el presidente de los vecinos, que advierte de que «las lluvias que han caído últimamente, la zona estaba saneada y este invierno ha llovido bastante y con el calor pueden aparecer grietas y que se vuelva a abrir el muro provocando nuevos derrumbes».