El Consorcio de la Ciudad de Cuenca ha publicado el proyecto técnico de las obras de rehabilitación de la cubierta y eliminación de humedades en el Santuario de Nuestra Señora de las Angustias. El objeto de esta publicación es someterlo a información pública por un periodo de 20 días hábiles para que se puedan formular las alegaciones que se crean convenientes. El presupuesto de ejecución material previsto es de 66.000 euros y el plazo de ejecución, 4 meses.
En la memoria descriptiva del proyecto promovido por el Consorcio de la Ciudad de Cuenca y firmado por el arquitecto Óscar Robles se establecen todos los datos descriptivos, urbanísticos y técnicos para llevar a buen término dicha rehabilitación y eliminación de humedades según las reglas de la buena construcción y la reglamentación aplicable.
Se establecen en el citado proyecto trabajos en materia de reparaciones y limpieza de cubierta, limpieza de la atarjea, desbroce de la zona del cerro, ejecución de un muro de mampostería, la sustitución de las ventanas, la reparación de la fachada lateral y posterior, la fachada principal, y la pintura interior.
Reparación y limpieza de la cubierta
En primer lugar se va a proceder a la limpieza de las tejas en la cubierta inclinada, retirando manualmente toda la suciedad acumulada y aplicando un líquido para limpiar mohos, hongos y manchas de grasa. También se van a limpiar los canalones para retirar todo lo que pueda obstaculizar el paso del agua.
Las tejas que no se puedan rehabilitar porque se encuentren muy deterioradas serán sustituidas por tejas de cerámica curva, y se recolocarán las que estén desplazadas o movidas. Una vez levantada la cobertura por zonas de faldones opuestos y empezando por las cumbreras, se analizará el estado del entablado y proceder a sus sustitución en el caso de deterioro, y se instalará una placa de fibrocemento, finalizando con la colocación de las tejas recuperadas y complentándolo con nuevas piezas similares a las que ya hay.
También se van a retirar todos los materiales de arrastre como tierras, ramas y hojas que hayan ido a parar a la atarjea de evacuación de pluviales y se llevará a cabo el desbroce y limpieza superficial del terreno por medios manuales en la zona junto al cerro, retirando todos los arbustos salvajes que han crecido sin control en la fachada lateral derecha del santuario.
Otro de los aspectos que contempla la memoria descriptiva del proyecto es la ejecución de un muro de mampostería pobre de piedra caliza similar al existente con una altura de un metro y la sustitución de seis ventanas de madera de la planta superior del edificio.
Además, el proyecto propone la intervención en dos puntos aislados del interior del santuario que han sufrido filtraciones de agua, como son el coro y una habitación situada en la planta baja. Cuando estas humedades estén secas, se aplicarán dos manos de pintura.
Reparación y limpieza de fachadas
El proyecto indica que la fachada principal dispone de numerosos elementos ornamentales como columnillas, pináculos y cornisas por los que discurre el agua de lluvia y ha provocado manchas de humedad sobre el paramento vertical. Propone su saneado mediante un tratamiento de limpieza de fachadas de piedra natural o artificial.
En cuanto a la fachada lateral derecha, existe una zona en mal estado cuyo revestimiento ha sido deteriorado por el agua que ha discurrido, haciendo que se haya desprendido y ensuciado, por lo que es necesario proceder a su reparación picando la zona afectada y aplicando un mortero. También se repasará el plastecido y pintura de la fachada posterior, si bien ésta no presenta tanto deterioro.
Nivel de protección II
Dado que se trata de un edificio de carácter histórico-artístico inventariado para próxima incoación de bien de interés cultural situado en el Casco Antiguo de Cuenca, el proyecto establece que a efectos de mantener y respetar la tipología e imagen tradicional del entorno, se “garantiza” el empleo de materiales y acabados acordes, adaptándose las formas y colores existentes así como los elementos de carpintería y cerrajería. Y es que el actual edificio data del siglo XVII, que se asentó sobre la ermita del siglo XIV, y que posteriormente fue ampliado en la segunda mitad del siglo XVIII según el proyecto de José Martín de Aldehuela.
Según el proyecto, la normativa urbanística aplicable establece un nivel de protección II, lo que supone que “las obras permitidas son las de conservación, restauración y consolidación, así como las de rehabilitación interior y exterior, con la posibilidad de eliminar o sistituir los cuerpos y elementos de carácer espúreos”.
Además, la protección se extiende “a la conservación de fachadas y de las tipologías estructurales y de organización espacial cuando correspondan a sus características de origen, o si son posteriores cuando estén integradas en el conjunto, con eliminación obligada de los añadidos o elevaciones ajenos a las características de origen o no integrados en el conjunto arquitectónico”.