La concejal de Cultura, María Ángeles Martínez, se ha referido esta mañana, durante la presentación del programa Sábado de Títeres, a los problemas que sobrevuelan en los últimos meses sobre la situación de la Banda de Música de la ciudad.
Desde el primer trimestre de 2023 ha asegurado que llevan trabajando de la mano de los técnicos de Cultura y el director de la Banda, Juan Carlos Aguilar, junto con el presidente de la Asociación Musical Virgen de la Luz para conseguir un incremento presupuestario, puesto que eran conocedores del fin de contrato y había que planificar el diseño de uno nuevo. «El incremento económico lo conseguimos, pero la Ley de Contratos del Sector Público establece un proceso administrativo de licitación abierta con un importe de un millón de euros al año para un periodo de cuatro años», ha explicado.
Por tanto, se ha mostrado convencida de que «para el número de músicos y actuaciones previstas el contrato es más desventajoso». De momento, no puede conocer quién ha optado al servicio en la plataforma de contratación hasta el 27 de enero que finaliza el proceso de licitación, pero ha asegurado que tanto el alcalde como ella son conscientes de la preocupación que hay en torno a este asunto. «Esta Corporación Municipal transmite su profundo sentir por no haber podido ejecutar antes el contrato y con condiciones más ventajosas», ha expresado.
En este sentido, Martínez ha sostenido que se continúan estudiando qué modificaciones se pueden hacer y en el caso de que la licitación quedara desierta «presentar otro pliego nuevo» para mejorar las condiciones y que sean más beneficiosas. «En Cuenca hay mucha tradición de la Banda que tiene 130 años de antigüedad, y dentro de la preocupación seguimos trabajando para poner una solución porque la Ley es muy estricta», ha subrayado. Ahora mismo la conversión del edificio Almudí en centro de exposiciones, local de los ensayos de la Banda, «es el menor de los problemas», según ha relatado, y ya se verá qué fórmula se emplea para dejarles un espacio. «Las mejoras tienen que ir encaminadas a disminuir la rigidez en cuanto al número de músicos y actuaciones», ha concluido Martínez.
