El Colegio Oficial de Médicos (COM) ha advertido de los «problemas» que habrá este verano para abordar las sustituciones y las coberturas de las bajas laborales y vacaciones de médicos. En declaraciones a este periódico, el presidente, Carlos Molina, señala que se trata de un problema que viene «desde siempre» pero que en esta ocasión se agrava por una serie de factores que hacen «tormenta perfecta de falta de personal».
Y es que, según apunta, al tradicional problema de los refuerzos médicos veraniegos, hay que sumar que «este año es cuando salen los residentes de la promoción COVID, los que entraron a hacer el MIR en septiembre y no terminan hasta finales de septiembre de este año». Lamenta por tanto que «vamos a estar todo el verano sin estos compañeros que podían venir a ayudarnos a la hora de trabajar con la sobrecarga asistencial que se produce durante la etapa estival en Cuenca, cuando vienen todos los emigrantes conquenses que vuelven a sus pueblos a pasar las fiestas veraniegas».
A esta circunstancia hay que sumar «que este año se están jubilando todos los médicos que entraron a trabajar en la reforma sanitaria del año 1986, y el número de jubilaciones está siendo muy superior en estos momentos al número de médicos que salen del MIR».
Molina indica que principalmente donde hay más problemas para estos refuerzos es «en el primer escalón, es decir en los sitios donde no se pueden cerrar agendas. Eso es Atención Primaria y los servicios de Urgencias».
El presidente del Colegio de Médicos apostilla que «hay que tener en cuenta que un médico tarda once años en formarse desde que empieza la carrera hasta que termina el MIR. Por tanto, no es un problema que se pueda solucionar ahora: si previamente hubo unas políticas de recursos humanos bastante cuestionables en cuanto a implementar las plazas MIR, viene ahora el problema. Ahora sí se están aumentando las plazas, pero esos médicos saldrán dentro de cuatro o cinco años y cuando lo necesitamos es ahora».
A su juicio el problema de las sustituciones veraniegas «viene de lejos pero desde hace cuatro o cinco años se ha agravado». «Yo llevo avisando desde hace diez años que ahora nos íbamos a encontrar con esta situación. Ahora estamos aquí, ya la tenemos, y vamos a ver cómo salimos», ha lamentado.
Entre las posibles soluciones, apunta que «traer médicos extracomunitarios sin formación MIR a priori puede crear una posible disminución de la calidad. Pero el problema no es que no haya médicos, es que están mal distribuidos. Necesitamos una discriminación positiva para hacer más ‘goloso’ que el médico venga a trabajar en Cuenca».
En este punto, señala a «más retribuciones económicas, mejores contratos y promociones desde el punto de vista profesional». Es un tema «bastante complejo», sentencia Molina, que recuerda que «hay que primar que se cubran aquellas zonas de difícil cobertura incentivándolos de alguna manera».
CESM incide en pedir una oferta pública «más atractiva»
Por su parte, Javier Lafuente, vicesecretario provincial y delegado del sindicato médico CESM ha incidido en declaraciones a este periódico que «la posible solución pasa por equilibrar la oferta y la demanda a nivel de MIR a la hora de sacar las plazas».
Además, recalca la necesidad de «hacer atractiva la oferta pública, en el sentido de que probablemente haya que aumentar las retribuciones para que sea más atractiva; y también ofrecer más estabilidad a los médicos, no tener la baja temporalidad y la inseguridad de las sustituciones «.