Cristina Ruiz Villena lleva casi once años en Inglaterra dedicándose a su pasión, la investigación científica y el cambio climático. Esta conquense es investigadora postdoctoral en la Universidad de Leicester en Reino Unido y asistirá becada por el Gobierno británico a la próxima Cumbre del Clima que se celebrará en Dubai del 30 de noviembre al 12 de diciembre. Antes de llegar a Gran Bretaña, estudio en ‘Las Pepas’ (colegio Sagrada Familia) y en la Escuela Politécnica de Cuenca. Aunque nació en Hospitalet de Llobregat, aprovecha para venir a la tierra a la que llegó en 1995 para disfrutar de una naturaleza privilegiada. Hace un llamamiento a las administraciones y a los ciudadanos para que tomen medidas, cada uno en la medida de sus posibilidad, para combatir un cambio climático que ya tenemos encima. Asegura que el doctorado «me ha cambado la vida». De hecho, es vegana y aconseja un cambio en los hábitos alimenticios por los beneficios a nivel individual y colectivo.
¿Qué hace una investigadora conquense en Leicester?
Terminé el doctorado en 2021 que estuvo enfocado a desarrollar un instrumento para medir contaminantes del aire mediante algoritmos y, en concreto, el dióxido de nitrógeno. El objetivo era un instrumento que se pudiera colocar en satélites para aumentar la resolución espacial y temporal, para tener más medidas con más detalle de la contaminación del aire. El dióxido de nitrógeno es uno de los contaminantes más importantes y está producido por la combustión de los combustibles fósiles. Se genera sobre todo por los coches y es muy perjudicial para la salud. Está regulado por la Organización Mundial de la Salud. Creo que en España nos han llamado la atención varias veces por exceder los límites en ciertas ciudades como Madrid. Por eso es importante monitorizarlo. Tras el doctorado me interesé más por el cambio climático y los problemas ambientales. A partir de ahí , me interesé por el metano que es un gas de efecto invernadero, utilizando datos de satélite y desarrollando los algoritmos para derivar información sobre las concentraciones de metano.
¿Qué tiene papel tiene el metano, que es uno de los gases que siempre aparece cuando se habla de efecto invernadero?
El metano es el segundo gas de efecto invernadero más importante. Siempre se habla del CO2, dióxido de carbono, pero el metano es mucho más potente que el CO2 a la hora de retener el calor y aunque se encuentre en concentraciones más pequeñas es mucho más potente. Además, el metano tiene una vida muy corta en la atmósfera. Solo dura unos diez años en la atmósfera mientras que el CO2 dura mucho más tiempo. Entonces, si reducimos las emisiones ahora, en diez años ya se habrá disipado, por así decirlo, ya se habrá eliminado de la atmósfera. Y ahora estoy trabajando en Digital Twins, lo que estoy haciendo es combinar datos de modelos del clima, modelos climáticos, con datos de satélite e inteligencia artificial para, por ejemplo, decidir cuando plantar ciertas semillas. Es una manera de facilitar información para que puedan tomar decisiones.
¿Por qué te interesa asistir a la Cumbre del Clima? ¿Qué puede aportar este encuentro internacional?
La Cumbre del Clima, para mí, es un sueño hecho en realidad. Es la conferencia más importante relacionada con el cambio climático a la que asisten los líderes de todos los países del mundo para negociar y debatir qué se hace. Es lo máximo en este terreno, donde se junta la gente que más sabe y donde se puede poner en común hacia dónde van las investigaciones y hacia dónde irán en un futuro. Sobre todo es saber hacia dónde vamos todos como humanidad. Sabemos que es un tema muy complejo, donde hay muchos intereses, hay circunstancias muy diferentes… El agujero de ozono es un ejemplo de cooperación internacional al máximo nivel. Y es un ejemplo de cómo se descubrió un problema que, además, gracias a los satélites se pusieron en práctica unas políticas y el agujero de zona se ha recuperado, se está recuperando. El problema con el cambio climático no es tan fácil porque para el agujero de la capa de ozono había que prohibir ciertos productor químicos mientras que el cambio climático está generado por los gases de efecto invernadero que se producen por quemar combustibles fósiles y es que toda nuestra vida están basada en esos combustibles fósiles.
Desde tu experiencia como científica ..¿Consideras que el cambio climático es una realidad? Todavía hay colectivos que lo ponen en duda e incluso lo niegan.
Sí. De hecho es un tema que me irrita bastante. El noventa y tanto por ciento de los científicos están de acuerdo. Es algo innegable ahora mismo. Estamos estudiando y avanzando sobre algo que otros antes ya lo han estado estudiando. Por supuesto, estoy de acuerdo con las evidencias científicas que apuntan a que, sin ninguna duda ya, el cambio climático que estamos experimentando ahora es producido por la actividad humana. Hay un argumento que dice que el clima siempre ha cambiado. La diferencia ahora es que este cambio lo estamos causando nosotros, de forma muy rápida, con más consecuencias, algunas devastadoras para la vida en la tierra.
«El agujero de la capa de ozono es el ejemplo de un grave problema ambiental que se puede superar»
¿Cómo puede afectar concretamente en una provincia como Cuenca? ¿Qué consecuencias puede provocar el cambio climático en un territorio con nuestras características?
Tengo un interés personal en este tema de la temperatura porque, en estos 11 años que llevo fuera, yo voy a mucha a Cuenca y he visto temperaturas y olas de calor que no había visto en mi vida, más intensas y más frecuentes. Las olas de calor son uno de los impactos más grandes que va a haber en Cuenca, eso ya lo estamos viendo. Y también la sequía, que llueva menos. En Europa el tema de las horas de calor es un problema muy grande. Hay que tener en cuenta que no se calienta el mundo de la misma manera. El Ártico se está calentando más rápido que otras zonas por un fenómeno que es amplificación.
También dicen que el cambio climático puede tener efectos positivos y, por ejemplo, permitir cultivos que antes no se podían dar.
Yo creo que las consecuencias son tan negativas en general que cualquier efecto positivo que pueda generar no me parece que compense. Los inconvenientes no compensan las posibles pequeñas ventajas. Otra consecuencia que acabo de recordar derivada del calor es que creo que vamos a ver una reducción en el turismo a España. No ya en Cuenca, sino en general a España porque a veces las temperaturas son insoportables. Merece más la pena ir a otros sitios o que los ingleses se queden aquí en Inglaterra .
¿Está la población suficientemente sensibilizada con el cambio climático y sus efectos?
No. Y mi sensación es que en España menos todavía que aquí en Inglaterra. La gente no se da cuenta de la que se nos viene encima. No sé cuáles pueden ser los motivos. A lo mejor es porque no sabe qué hacer o lo que viene es demasiado grande y lo ignoras, como
mecanismo de protección. Creo que hay mucho desconocimiento.
¿Consideras que las administraciones se toman en serio el cambio climático?
Me gustaría que los ayuntamientos hicieran más porque hay dos conceptos, está la mitigación y la adaptación. Mitigación quiere decir reducir las emisiones y frenar el cambio climático. Y adaptación significa adaptarte al nuevo clima, porque es que el clima ya ha cambiado, estamos viviendo las consecuencias y hay que invertir en mitigar y adaptar. El verano en España y en Cuenca es insufrible. También habría que hacer un llamamiento a los comunicadores locales que tenéis un papel muy importante. Ahí que podéis echar un cable y concienciar más a la población.
¿Necesita una joven investigadora conquense salir fuera de España para poder desarrollarse?
Sí. Aquí hay más financiación para investigación y más de todo. Por lo que tengo entendido, en España la mayor parte de la financiación para investigación viene de Europa. Es más difícil, hay menos oportunidades.
«Las olas de calor pueden ser son uno de los impactos más grandes del cambio climático en Cuenca»
Eres además, Cristina, un ejemplo de la población que ha tenido que dejar la provincia de Cuenca para estudiar, para trabajar…
Yo siempre he sido aventurera. El problema que tiene Cuenca es que es una ciudad del sector servicios. A no ser que seas maestro, funcionario, trabajas en una tienda…tampoco hay tantas opciones. Entonces si quieres hacer otra cosa pues te tienes que ir. Ahora están intentando recuperar a gente para teletrabajar en los pueblos. Eso está bien… si te gusta vivir en un pueblo. Es muy complicado.
¿Vienes mucho a Cuenca? ¿Estás en contacto aquí con la ciudad, con familia, amigos?
Sí, muchísimo. Ha sido salir de Cuenca y ahora la aprecio mucho más. Lo que más hecho de menos es mi familia, mis amigos… Y parte de eso lo bonita que es la ciudad y la naturaleza. Es que es una pasada. A mí me encanta pasear por el río, me encanta.
¿Está rompiendo el techo de cristal la mujer en materia de investigación científica?
Ojalá. Si puedo inspirar a alguien sería estupendo. Ahora ya está la cosa un poco mejor pero siempre ha estado dominada por los hombres, siempre ha habido muchos más hombres que mujeres. He encontrado mi pasión. Mi pasión es investigar. Mi pasión es el cambio climático, las ciencias ambientales y la observación de la tierra.
Comentabas que el doctorado te cambió la vida. Incluso también los hábitos alimenticios, ¿verdad?
Llevo siendo vegana desde 2017, seis años. Es lo mejor que he hecho. Físicamente me siento bien. La comida es mucho menos pesada sin todas las grasas animales. Y psicológicamente también me siento bien porque no estoy causando daño a ningún animal. Además estoy contribuyendo a reducir emisiones porque el consumo de carne es uno de los generadores de gases de efecto invernadero y de contaminación más notable en el mundo. Aparte de eso, no desperdicias comida. Hace poco estuve en África y fui consciente de las diferencias entre cómo viven allí y cómo vivimos nosotros. Creo que tenemos demasiado. Vivimos en una época de la abundancia exagerada.