Ofrecer a las mujeres víctimas de violencia de género un espacio físico de ayuda en su entorno más cercano, en un lugar público y seguro, como es un centro comercial. Con este objetivo, el centro comercial Mirador de Cuenca ha implantado el primer ‘Punto Violeta’ estable de la ciudad de Cuenca.
El Mirador de Cuenca es uno de los 25 centros gestionados por CBRE en toda España que ya han implantado un ‘Punto Violeta’, la herramienta impulsada por el Ministerio de Igualdad del Gobierno de España para concienciar e implicar a la sociedad en la lucha contra la violencia de género.
Diego Varela, gerente del centro comercial Mirador de Cuenca, ha presentado la activación de este nuevo servicio junto a Lourdes Luna, delegada de Igualdad del Gobierno regional en Cuenca; Esther Barrios, concejala de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Cuenca; y Fernando Herránz, secretario general de la Comisaría de Policía Nacional de Cuenca.
Recurso discreto de atención
El ‘Punto Violeta’ activado en el Mirador es un espacio físico habilitado en las oficinas de gerencia del propio centro comercial donde “la persona que lo necesite se puede encontrar tranquila y segura”, ha explicado ha explicado Diego Varela, gerente del Centro Comercial Mirador de Cuenca, mientras se activa y cumple con el protocolo de actuación en estos casos.
Para poder gestionar este ‘Punto Violeta’, el personal de atención al público del Mirador, especialmente el cuerpo de seguridad, “ha recibido una formación específica y reglada” que incluye los protocolos de actuación necesarios para atender a una mujer que solicita ayuda o el lenguaje de comunicación para solicitarla.
En este sentido, la comunicación del ‘Punto Violeta’, implantada en espacios seguros del centro, hace especial hincapié en el gesto universal de ayuda o Signal for Help “que se hace con la mano y que una mujer puede hacer para solicitar ayuda nuestro personal de seguridad”.
Por su parte, la delegada de Igualdad del Gobierno regional, Lourdes Luna, ha agradecido al centro comercial la activación de este servicio que “visibiliza que la violencia de género existe” y que “es un problema estructural que debemos combatir entre todos y todas”, por lo que “no sólo las mujeres deben pedir ayuda», sino que “las personas que podemos estar a su alrededor también tenemos esa obligación de ayudarlas”. En este sentido, ha destacado que este Punto Violeta puede ser “una primera atención” para acoge a la mujer que lo necesite en ese primer momento “y luego derivarla a la Policía Nacional o los recursos de la mujer en el Instituto de la Mujer y la Consejería de Igualdad” en la ciudad de Cuenca.
Por último, Esther Barrios, concejala de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Cuenca ha destacado el valor que tiene para las mujeres situar un Punto Violeta “en un sitio donde puedan acudir sin levantar sospechas” y ha aludido a las experiencias de los ‘puntos violetas’ temporales que con motivo de fiestas locales y eventos se han implantado en la ciudad.