Los técnicos tanto del Ayuntamiento de Cuenca como del Ministerio de Transición Ecológica continúan trabajando en la definición total de la Zona de Bajas Emisiones que se implantará en el centro de la ciudad.
El alcalde de Cuenca, Darío Dolz, ha recordado que es una «obligación legal para todos los Ayuntamientos que tienen más de 50.000 habitantes» por una normativa nacional aprobada en diciembre del pasado año.
Según los parámetros de esta normativa, estas ciudades debían establecer una Zona de Bajas Emisiones en su territorio durante 2023. «El no ponerla en funcionamiento puede propiciar que perdamos ingresos del propio Estado en la ciudad», ha recalcado el alcalde.
Por eso, afirma, «todos los servicios implicados» siguen trabajando para introducirla y ponerla en marcha en funcionamiento antes de que acabe el año.