Las farmacias conquense están recurriendo a todos los proveedores, incluido el mercado internacional, para conseguir test de diagnóstico para el coronavirus. El repunte de los casos y la proximidad de las fechas navideñas han disparado una demanda que ha provocado el desabastecimiento de las oficinas de farmacia. Ya no llegan test a los farmacéuticos y los pocos que quedan en las farmacias son lo que estaban almacenados de pedidos anteriores.
La presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cuenca, Luz Moya, asegura que «estamos desabastecidos como en el resto de España. No hay apenas test en las farmacias. Hemos pedido muchos y no sólo a nuestros proveedores nacionales sino que hemos abierto las fronteras y estamos pidiendo en todos los sitios. Hemos abierto mucho el abanico y pensamos que vamos a recibir. ¿Cuántos? Pues aún no lo sabemos. Hemos pedido muchos para intentar abastecer a las farmacias. Esperamos recibir a finales de semana o a principios de la próxima».
Estas mismas fuentes confirman que «hay mucha demanda por parte de los ciudadanos en todas las farmacias. El domingo, las que estaban de guardia, ya notaron mucha y ahora todas lo están notando. Algunas ya han sacado carteles diciendo que no hay test aunque algunas todavía tienen. Hay farmacias en Cuenca que habían hecho previsión y les test quedan todavía». Moya afirma que no resulta posible recibir las pruebas diagnósticas «ni por parte de los minoristas ni por nuestro almacén que ha pedido no sólo aquí, a los proveedores habituales, sino que también fuera de nuestras fronteras. Ha pedido a todos los sitios. Confiamos en que lleguen porque tenemos muchos proveedores pero a ver quién nos puede mandar».
La presidenta de los farmacéuticos conquenses destaca que «toda la población tendría que tener acceso a los test y poder conocer su estado de salud en un momento determinado. Y lo que sería importante y fundamental sería que se pudieran notificar. Que desde las farmacias pudieramos notificar los positivos que encontrásemos porque, de esta manera, habría un registro y una foto real de lo que está pasando». Moya indica que, en la actualidad, se dispensa un test y el paciente, si es positivo, lo puede notificar o no. «Depende de su responsabilidad, se puede confinar o no. Si se articulase alguna fórmula para notificar los positivos desde las oficinas de farmacia sería un cribado mucho más exhaustivo».