El alcalde de Cuenca, Darío Dolz, accedió durante el Pleno Municipal celebrado este jueves a contactar con una empresa encargada de construcción de pasarelas peatonales provisionales para explorar la posibilidad de construir una en la Hoz del Huécar que permita el paso de los turistas al entorno de las Casas Colgadas mientras duren las obras de reconstrucción del muro de la calle Canónigos.
No obstante, aunque tras un un acalorado debate finalmente se comprometió a interesarse por esta solución, Dolz se mostró muy escéptico sobre la viabilidad de esta propuesta que fue planteada en forma de pregunta por el Partido Popular ya a finales de julio de este año pero que, al agotarse el tiempo en la sesión plenaria de este mes, se tuvo que formular en la celebrada el 30 de septiembre. «Yo creo que sería inviable el haber formulado un paso intuyo que anclado a la roca que habría impedido el desarrollo de las obras, no sé», advirtió y defendió que el desarrollo de los trabajos permitirá que estén concluidas antes de que terminen el año.
El portavoz del Grupo Popular, José Ángel Gómez Buendía, preguntó al Equipo de Gobierno si se había sondeado a alguna compañía sobre esa posibilidad y explicó que hay empresas españolas, «especialistas, número 1 en Europa», con capacidad de crear con un sistema de andamiaje un paso elevado con plataformas que permita salvar o acortar la distancia que separa la zona de el Parador y la Bajada de las Casas Colgadas. El coste de esta infraestructura efímera rondaría, según el edil, los 1.000 o 1.500 euros mensuales (algo más de 40 euros el metro lineal) y evitaría «perjudicar a miles de turistas» que actualmente tienen que dar un gran rodeo desde la Plaza de Ronda para poder ver la estampa más típica del monumento más emblemático de la ciudad.
«A mí se me cae la cara de vergüenza cada vez que me preguntan unos turistas y les explico lo que tienen que hacer para ver las Casas Colgadas», manifestó Buendía, quien reprochó al Gobierno local que no haya tomado la iniciativa para buscar alternativas y haya tenido que ser «un concejalillo de la oposición» el que lo haya hecho. Insistió en que hay muchos ejemplos en España de pasos de estas características y varios de ellos tienen una complejidad técnica superior a la que se necesitaría en Cuenca.
En el debate también intervino otro concejal del Partido Popular, José Manuel Cañizares, quien pidió al alcalde que «no nos engañen» cuando reclamó a la oposición que no se guardara esa solución y mostró interés por conocer más. «Este asunto lo conocen desde el mes de julio y nos podrían haber preguntado entonces si le hubiera interesado», insistieron desde la fila popular, lamentando el tiempo perdido y los perjuicios causados a visitantes y vecinos de Cuenca.
«Hemos querido cercenar una capacidad turística de la ciudad porque somos… mala gente», ironizó Dolz, quien, ante las críticas de mala gestión, concluyó el debate afirmando que «aquí está claro que si haces porque haces y si no haces, porque no».