Vecinos residentes en Cuenca capital han trasladado su queja a Voces de Cuenca tras haber sido multados por la Guardia Civil de Tráfico el pasado 28 de enero durante las celebraciones de San Julián, patrón de la ciudad. Según informan, los agentes procedieron a sancionar a «todos los vehículos estacionados a la altura de la ermita de nuestro patrón, carretera Cuenca-Tragacete punto kilométrico 2,400, sin que ningún vehículo obstaculizase el paso por la calzada ni por el carril bici contiguo».
Los vecinos explican que hacen pública esta situación porque «es el primer año que la autoridad competente sanciona a los propietarios de los vehículos que se encuentran estacionados en dicho lugar, porque están visitando a nuestro patrón». Un hecho que no comprenden debido a que «siempre se ha permitido el aparcamiento en este punto, incluso ha habido Policía Local para regular el tráfico y no para sancionar, pudiendo aparcar siempre y sin ningún tipo de sanción. Este año el ayuntamiento decidió que no hubiera Policía», señala.
Las personas sancionadas explican que fueron más de 40 los coches multados este año durante el desarrollo de esta festividad tras «más de 50 años aparcando en ese lugar sin que haya habido ningún tipo de sanción».
Otra vecina explica que en su familia fueron sancionados varios miembros: «Mis padres, que son mayores, fueron en su coche porque desde donde viven no pueden ir andando. Mi hermano también tiene otra multa por el mismo motivo. La autoridad está en su derecho de sancionar porque se está ocupando parte de un carril bici, es lógico que se multe eso. Lo que no es normal es que siendo el día del patrón de Cuenca y tras 40 años aparcando en ese lugar, no entiendo que se pongan multas a diestro y siniestro. La multa de mis padres es a las 12:00 y la nuestra a las 13:00 horas. Las hemos pagado religiosamente pero el control que se ha hecho este año nada tiene que ver con lo de otros años y no se ha avisado. Dado el día que era y que vas con personas mayores, creemos que es un abuso de la autoridad porque parece que lo han hecho adrede», detalla.
La cuantía de la sanción impuesta por la benemérita ascendió a 80 euros, cuyo abono se realizó dos días después de haber sido recibida «por correo ordinario y no por acuse de recibo». Según argumentan a este medio «el problema, como otras veces, no es el dinero, sino la poca voluntad de las autoridades de facilitar que participemos en la vida cotidiana en este caso de rendir pleitesía a nuestro patrón».