De Nueva York a Madrid: ejemplos de Urbanismo táctico como el que pide Cuenca en Transición para Hermanos Becerril y Rey Juan Carlos I

La propuesta de la plataforma conquense pide reconvertir la calle Hermanos Becerril y Rey Juan Carlos I en un paseo peatonal con un bulevar arbolado en el centro, a imagen y semejanza de otras capitales

La plataforma Cuenca en Transición ha propuesto para la capital conquense una reconversión del espacio urbano en la calle de Hermanos Becerril y la avenida Rey Juan Carlos I. Su propuesta consiste prohibir el paso al tráfico en los cuatro carriles centrales de la vía, generando a largo plazo un bulevar arbolado en el centro al que únicamente puedan acceder los peatones y los ciclistas a través de un carril específicamente destinado para ellos.

Como ejemplo para su intervención en la «autovía urbana» que hay en la capital conquense, desde Cuenca en Transición citaban el de la avenida Juan Carlos I de Getafe. En este caso también se trata de una vía de seis carriles de anchura, con cuatro centrales y dos laterales que actúan a modo de vías de servicio. El consistorio getafense, en el marco del fin del confinamiento tras la primera ola de COVID-19, tomó la decisión de otorgar estos cuatro carriles centrales a la movilidad peatonal.

El concepto de Urbanismo táctico

La medida, explica la plataforma, se enmarca dentro del conocido como ‘Urbanismo táctico’. Se trata de un movimiento que tiene por objetivo generar grandes impactos en la forma de concebir las ciudades a través de intervenciones de bajo coste y escalables. Pretenden con estas medidas solucionar deficiencias que existen en las ciudades, como pueden ser la ausencia de señalizaciones claras, la escasez de parques y plazas o zonas comunitarias, o un tráfico excesivo e invasivo, por citar algunos ejemplos.

Woonerf holandés. Foto: Erauch

Es complicado establecer un origen concreto para el Urbanismo táctico, ya que los especialistas no han establecido un consenso claro. Algunos de los autores coinciden en situar sus raíces más recientes en el movimiento ‘Recupera las calles’, un colectivo que en los últimos años del milenio pasado realizaba acciones de «recuperación» de espacios públicos, montando diferentes acciones reivindicativas, como por ejemplo organizar una fiesta en una carretera.

Otros autores prefieren situarlo en un origen incluso anterior, en el movimiento conocido como ‘woonerf’ (traducido como patio vivo o calle viva), nacido en diferentes ciudades de los Países Bajos, y que es un modelo de urbanismo que promueve los espacios compartidos, la calma del tráfico y los límites de baja velocidad, llegando incluso a delimitar zonas de recreo en las que el peatón es el único que puede acceder.

La transformación de la neoyorquina Times Square y el proyecto de los Campos Elíseos

Times Square tras la intervención. Foto: Rosapicci

Con todo, el auge del Urbanismo táctico y su fama mundial llega con la transformación de la neoyorquina Times Square. A comienzos de 2009 este icónico lugar de Manhattan (Nueva York) empezó un lento pero constante cambio para eliminar el tráfico rodado y otorgar el espacio a los peatones.

Sin ninguna gran intervención ni obra de gran tamaño, fue ensanchando sus aceras y colocando bancos y en definitiva, ganando terreno poco a poco a un tráfico rodado cada vez más desplazado. La intervención, realizada por el estudio de arquitectura noruego Snøhetta y que terminó ocho años después de su inicio, transformó el espacio generando cinco plazas y duplicando el espacio destinado a los peatones. El ejemplo de Nueva York fue cuajando poco a poco y siendo imitado en otra gran cantidad de capitales del resto del mundo.

Por ejemplo, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, anunció el pasado mes de enero una ambiciosa transformación de los Campos Elíseos, una de las principales avenidas parisinas. Eso sí, en su caso plantean un gigantesco proyecto de unos 250 millones de euros para convertir en «un jardín extraordinario» esta vía de 1,9 kilómetros de longitud. Tal y como en otros lugares, el objetivo de la actuación es el de transformar sus ocho carriles de tráfico por los que circulan unos 3.000 coches a la hora en un lugar que sea símbolo de la lucha contra la contaminación.

La peatonalización de la Puerta del Sol y otras calles de Madrid

Puerta del Sol de Madrid. Foto: Tomás Fano.

Otra gran capital que está en pleno proceso de transformación es, sin ir más lejos, Madrid. La capital española se ha puesto manos a la obra y cada vez más está promoviendo el quitar espacio a los vehículos para reducir las emisiones nocivas y otorgárselo a los peatones. Quizá la más emblemática de sus actuaciones sea la de terminar de peatonalizar por completo la Puerta del Sol, ejecutada el pasado mes de agosto. El caso madrileño es otro ejemplo de cómo paulatinamente se ha ido reduciendo el tráfico en la zona hasta retirarlo definitivamente.

Cuenca en Transición alude al problema descubierto en la desescalada en las grandes ciudades como es la alta concentración de personas en pequeños espacios, dado que muchos vecinos aprovechaban esas primeras ventanas de tiempo en las que se podía salir a la calle para hacer deporte o pasear. Es por esto que muchas ciudades optaron por hacer restricciones temporales a la circulación de vehículos, si bien poco a poco se fue demostrando cómo estas llegaron para quedarse.

Así, el ayuntamiento madrileño ha presentado recientemente un plan por el que va a reconvertir 10 kilómetros lineales de calzada en los que actualmente circulan vehículos en zonas peatonales. Son en total 48 tramos de peatonalización las que está promoviendo en 21 distritos diferentes con el objetivo de crear «una red de itinerarios peatonales seguros, cómodos y libres de barreras». Sus propuestas llegan a gran parte de la capital tanto en barrios periféricos como en zonas más céntricas, como pueden ser Retiro, Salamanca, Latina, Fuencarral o Moncloa por citar sólo algunos ejemplos.

Uno de los grandes proyectos que desde hace algunos años se habla en la capital madrileña es el de la peatonalización del Paseo del Prado. La exalcaldesa Manuela Carmena comenzó la pasada legislatura dando el espacio de la vía a los peatones los domingos por la mañana, una medida perfectamente que se puede enmarcar perfectamente dentro del ‘Urbanismo táctico’, y de hecho llegó a plantear una peatonalización de la zona en una forma muy parecida a la que quiere Cuenca en Transición, si bien su propuesta no llegó a ejecutarse.

Ola de peatonalizaciones en ayuntamientos madrileños

Los de Getafe y Madrid capital son sólo un par de ejemplos de las nuevas medidas urbanísticas que se proponen en las grandes ciudades tras los confinamientos. Una gran cantidad de ciudades están reconvirtiendo espacios para generar nuevos usos de las calles, quitando carriles al tráfico y apostando por las peatonalizaciones y la movilidad sostenible.

Por ejemplo, el Ayuntamiento de Alcalá de Henares ha ampliado la peatonalización ya existente en su centro histórico, aumentando el número de calles en las que sólo pueden entrar los peatones. Además, ha generado varias vías de coexistencia, en las que el acceso de tráfico rodado sólo está permitido a los residentes y a vehículos de carga y descarga.

Otro consistorio que reconoce un cambio de modelo en su forma de concebir la ciudad es el de Fuenlabrada, que recientemente ha iniciado trabajos para generar nuevas calles de prioridad peatonal en su centro, dentro de su Plan de Reactivación Económica y Protección Social. Así, ha reducido la velocidad máxima en algunas calles del centro a 20 kilómetros por hora dando prioridad a los peatones, y prevé la creación de 50 kilómetros de ciclocarriles.

Lo cierto es que estos son sólo algunos ejemplos de las múltiples acciones que se han desarrollado en la Comunidad de Madrid. Parla, Rivas Vaciamadrid, San Sebastián de los Reyes, Móstoles, Torrelodones o Pozuelo de Alarcón son otros municipios que han realizado cortes al tráfico durante la desescalada, y aunque algunos advirtieron de que eran puntuales y ya han revertido la situación por completo, otros han tomado la decisión de hacer que perduren en el tiempo.

La Rambla de Barcelona y su futura transformación

Uno de los ejemplos citados por Cuenca en Transición como modelo para su propuesta en la calle Hermanos Becerril y la avenida Rey Juan Carlos I es el de La Rambla de Barcelona. Esta famosa calle de 1,2 kilómetros tiene como eje un amplio paseo central en el que peatones conviven con quioscos y dos vías para el tráfico que se sitúan en los laterales de la calle.

No obstante, el ayuntamiento barcelonés va incluso más allá, y tiene en marcha un proyecto que eliminará uno de los dos carriles por los que circulan vehículos, de 3,5 metros de anchura, dando incluso más espacio a los peatones. También reubicará los quioscos y construirá tres pequeñas plazas para generar nuevos espacios para la ciudadanía.

La progresiva peatonalización de Carretería

Pese a que el Urbanismo táctico puede parecer un concepto lejano, lo cierto es que el proceso de transformación que vivió la calle Carretería de Cuenca guarda ciertas similitudes con su planteamiento. Las primeras pruebas para reducir el tráfico en la zona llegaron durante la legislatura en la que Francisco Javier Pulido era alcalde de la capital (2007-2011). Eso sí, fueron únicamente de carácter temporal durante la campaña navideña y se revirtieron a su finalización.

Madera utilizada en la intervención en Carretería.

No fue hasta la legislatura en la que el primer edil fue Juan Ávila (2011-2015) cuando se dio el gran paso adelante, y la peatonalización se hizo de forma permanente. Eso sí, tal y como se plantea en el concepto de Urbanismo táctico, la transformación no fue mediante una gran reurbanización de la zona, sino con la instalación temporal y reversible de ciertos elementos de madera que a la postre contribuyeron a cambiar la percepción del espacio por parte de la ciudadanía.

La consolidación de la calle no llegaría hasta la pasada legislatura, con Ángel Mariscal como alcalde (2015-2019), quien sí que acometió una reforma de fresado y reasfaltado que plasmaría con carácter definitivo la peatonalización de la calle.

La propuesta de Cuenca en Transición no entra en los planes del Ayuntamiento

La propuesta de Cuenca en Transición no ha sido bien recibida por el Ayuntamiento de Cuenca. El concejal de Movilidad, Servicios Públicos y Festejos del Consistorio, Adrián Martínez Vicente, ha declarado a Voces de Cuenca que la petición «está ahí dejada caer», y se ha mostrado crítico con que «necesita de mayor estudio». Alude el edil al impacto en los flujos de tráfico que podría generar en otras calles, y aunque no la descarta de forma definitiva, sí deja claro que para que se haga «antes deberían suceder otras cuestiones con el tráfico y la movilidad en la ciudad».

Eso sí, el concejal asevera que en las calles citadas sí se va a instalar un ciclocarril, que es un espacio en el que conviven bicicletas y coches y que contribuye a apaciguar el tráfico porque implica la reducción de la velocidad.

El Equipo de Gobierno actual, encabezado por el alcalde Darío Dolz, seguirá la línea de los anteriores y ampliará el número de vías peatonales que hay en la capital conquense. En su caso han puesto la vista en la calle de Los Tintes, y ya han anunciado un proyecto para crear un largo paseo peatonal que conecte la Fuente del Portland, en el puente de San Pablo, con el puente de los Descalzos, en el entorno del Recreo Peral.