De Cuenca a Lisboa, razones para participar en la JMJ: «Venir aquí es decirle que sí al Señor»

Unos 450 jóvenes de la Diócesis de Cuenca participan durante estos días en el desarrollo de la Jornada Mundial de la Juventud, una congregación católica que se celebra desde este martes y hasta el domingo en la capital portuguesa

Una expedición formada por unos 450 jóvenes conquenses ha partido estos días en dirección a Lisboa para participar en el desarrollo de la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que esta edición acoge Portugal. Entre ellos, jóvenes de la capital y de diferentes puntos de la provincia que comparten la fe católica y, además, muestran su compromiso en sus respectivas parroquias.

Voces de Cuenca ha recogido los testimonios de algunos jóvenes que durante estos días ya se encuentran en los alrededores de la capital portuguesa para vivir uno de los momentos más esperados: la visita del Papa Francisco. Durante estos días, muchos son los encuentros, convivencias, experiencias o, incluso, fiestas, que tienen lugar en esta congregación mundial. Su objetivo principal es la reivindicación de los jóvenes como el futuro de la Iglesia. No obstante, también hay quienes lo aprovechan para materializar su vocación al servicio pastoral.

Más de 50.000 españoles

Iván Lucas Moreno es uno de los cientos de jóvenes conquenses que ha participado en esta expedición organizada por la Diócesis de Cuenca. El joven tiene 23 años, participa asiduamente en la Parroquia de San Julián y ha explicado a este medio de comunicación que lo que le ha motivado a asistir a este evento religioso es «la cercanía con Portugal». Debido a que «no es lo mismo que se celebre en «países del norte de Europa o en otro continente. Por lo tanto, la comodidad de tener la JMJ aquí al lado de España nos ha motivado a tantos a venir hasta aquí». Para Iván, la de Lisboa es la segunda JMJ a la que asiste: «Estuve como peregrino en la de Madrid 2011, aunque era un niño». El joven conquense reconoce que «no sabía a lo que venía, pero estoy encontrando muchas cosas, por ejemplo, el conocer a mucha gente de otros sitios y darte cuenta de lo que te une a ellos. Que independientemente de ideologías, idioma o lugar de nacimiento, lo más importante es la fe. Además de ver a Jesús en cada sonrisa y en cada persona que te acoge con los brazos abiertos. Además de ver la alegría que transmite la Iglesia, que a veces parece entre los jóvenes es cosa de cuatro y de bichos raros. Pero ayer había unos 50.000 jóvenes en el encuentro de españoles».

Rosario González, de 24 años, es otra de las jóvenes de Cuenca que ha decidido participar en la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud. En su caso, es la primera vez que participa en un evento religioso de estas características. «Nunca había ido a un encuentro tan grande de jóvenes y movidos por el Señor. Que todos tengamos el mismo aliciente en participar y el mismo motivo para llegar hasta aquí, cada uno con sus esfuerzos, es muy bonito». Rosario también explica que son muchos los jóvenes que deciden tener «una relación estrecha con la religión, y venir hasta aquí es seguir diéndole sí al Señor». La joven asiste con frecuencia a las parroquias de San Esteban, donde participa cada martes junto a la Delegación Diocesana de Juventud en la adoración al Santísimo y El Salvador gracias a sus diferentes vínculos religiosos a los que pertenece. La joven también espera que estos días sirvan para «seguir estrechando su relación con la comunidad religiosa, en este caso para que me de fuerzas en mi vida general. Y vengo a poner en sus manos el año tan duro al que me enfrentaré el año próximo con los procesos de convocatoria de oposiciones».

«Un mensajero de nuestra fe»

En el caso de Rodrigo Pérez, de 23 años y de la parroquia de La Paz, es la segunda ocasión que participa en una JMJ, «estuve en la de Cracovia en el año 2016 y esta será otra nueva experiencia que me llevaré, lo que me ha motivado es la necesidad que tenemos de ver que hay más jóvenes como nosotros: cristianos y celebrando a Cristo. Nos hemos venido con un grupo de amigos de la parroquia y tenemos ganas de compartir esta experiencia con otros jóvenes de España o de otros países». Rodrigo explica que las actividades comienzan cada día con una oración con todos los jóvenes reunidos, «nos llevamos todo el día compartiendo experiencias con otros grupos, nos lo estamos pasando muy bien». El objetivo de Rodrigo para estas jornadas es «que me de fuerzas para continuar, los más jóvenes que nosotros deben de saber que esto merece la pena porque te formas y te motivas para al finar ser un mensajero más de nuestra fe».

María Martínez es otra de las participantes de la parroquia de La Paz, de 20 años, que durante estos días ha decidido conocer de primera mano las vivencias de la JMJ que se está desarrollando en Lisboa. Para María, esta es su primera participación, aunque reconoce haber participado en otros eventos regioliosos, como el celebrado el año pasado en Santiago de Compostela. «Yo vengo porque pertenezco a un grupo de amigos que estamos muy unidos gracias a un campamento de San Juan Pablo II, donde compartimos nuestra fe, que es lo que nos motiva a seguir». La joven subraya que hasta ahora, el momento que más le ha impresionado hasta ahora ha sido la misa de encuentro junto a otros peregrinos españoles en Estoril. «Fue impresionante y te conmueve pensar que todos estemos aquí por lo mismo. Es muy bonito. Además, la gente flipa porque de Cuenca vamos un montón y todos estamos esperando con muchas ganas la visita del Papa».

La fe por encima de todo

Viseu ha sido la primera parada en esta ruta para los feligreses conquenses, donde los peregrinos han podido hospedarse en los hogares de la diócesis portuguesa y en la que, según afirman, han vivido muchos «bonitos momentos» de convivencia con las familias de acogida. «Te acogían en su casa, nos han acogido como si fuéramos sus hijos, hemos compartido muchos momentos y nos han enseñado la ciudad. Al principio costaba un poco entendernos, pero lo mejor era poder compartir la fe independientemente de dónde seas y qué pienses», explican.

El compromiso de los jóvenes

Por su parte el delegado diocesano de Pastoral Vocacional, Juvenil y Universitaria, Matías Romero, ha valorado muy positivamente la participación de los jóvenes conquenses en la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa. Romero ha explicado a Voces de Cuenca que estos días «se está compartiendo la fe, la esperanza y la alegría entre las diferentes parroquias, donde hemos creado muchos vínculos de amistad». El sacerdote subraya que no le ha sorprendido el compromiso de los jóvenes, «los jóvenes que han venido son los que frecuentemente asisten a sus parroquias. Estamos muy contentos con los jóvenes que vamos porque son juventud de Iglesia durante todo el año».

En cuanto a la posibilidad de nuevas vocaciones, Romero ha destacado que la JMJ «renueva el reencuentro de los más jóvenes con Dios, donde también se produce una renovación de su fe. Cuya consecuencia es una partición más activa en las parroquias, donde tampoco descarta que surjan nuevas vocaciones pastorales».