La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha denunciado este jueves la desaparición de la figura del ordenanza en tres escuelas infantiles de la provincia de Cuenca, una situación que, según el sindicato, repercute en el correcto funcionamiento de estos centros educativos y sobrecarga al resto del personal.
En concreto, CSIF señala que las escuelas infantiles Cascabel, en la capital conquense; Sagrada Familia, en Quintanar del Rey; y Nuestra Señora de Riansares, en Tarancón, han perdido los tres ordenanzas con los que contaban hasta ahora, tras la publicación en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM) de la última Relación de Puestos de Trabajo (RPT) de personal laboral de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes. La reestructuración contempla la reubicación de estos trabajadores en otros centros de titularidad autonómica, dejando sin este apoyo a las citadas escuelas.
Desde el sindicato insisten en la importancia del papel que desempeñan los ordenanzas, encargados de tareas como el control de accesos, la apertura y cierre de puertas, el encendido y apagado de luces y calefacción, el control de interiores y exteriores, la gestión de encargos, la atención al público o la recepción de llamadas y correspondencia. La ausencia de esta figura obliga a las técnicos especialistas en jardín de infancia (TEJI) a asumir estas funciones, lo que, según CSIF, les impide estar de forma continua con los niños y niñas de entre 0 y 3 años, que requieren una atención constante.
La única escuela infantil autonómica restante en la provincia, la Platero de Las Pedroñeras, ya carecía de ordenanza antes de esta reestructuración, por lo que actualmente ninguna de las cuatro escuelas infantiles de titularidad autonómica en Cuenca cuenta con este personal.
CSIF lamenta que, en lugar de crear más plazas, la Administración regional haya optado por eliminar esta figura en centros especialmente sensibles como las escuelas infantiles. Además, señala que, en caso de considerar prescindible el puesto de ordenanza, la Junta debería al menos reforzar el personal con trabajadores de la categoría de mantenimiento, como ocurre en otros centros similares de la región.
El sindicato advierte de que esta situación está provocando un claro deterioro en el servicio ofrecido a los menores y sus familias, además de un incremento en la carga de trabajo para el personal educativo que permanece en los centros.
