Menos de un tercio de los colegios de Cuenca capital (5 de 16) han cubierto todas las plazas disponibles para el primer curso del segundo ciclo de Educación Infantil, el también conocido como nivel de 3 años con el que se inicia mayoritariamente la escolarización de los niños en España. Según los datos publicados en el Portal de la Consejería de Educación de Castilla-La Mancha (que han sido consultados, cribados y analizados por Voces de Cuenca), tras la adjudicación definitiva de finales de junio se completaron todas las vacantes para el periodo 2022-23 en los centros Sagrada Familia, Fuente del Oro, Santa Ana, La Milagrosa y Ramón y Cajal. En las aulas del resto han quedado sillas libres, si bien la situación puede modificarse levemente antes del comienzo del curso en septiembre por las peticiones de familias que no han participado en el proceso de admisión ordinario, traslados de última hora u otros imprevistos.
De las cinco escuelas de la ciudad que han colgado el cartel de completo, tres son de doble línea, es decir, hay dos clases por nivel educativo. Las otras dos cuentan únicamente con una. En el primero de los casos las plazas vacantes disponibles eran inicialmente 40 y en las segundas 20, que se podían ampliar a 44 y 22 respectivamente si no se se cubrían las dos por grupo que se reservan para el alumnado de inclusión educativa. Es lo que ha ocurrido por ejemplo con los concertados Sagrada Familia y La Milagrosa.
Fuentes de la Delegación de la Junta explican al respecto que «la resolución de 28/01/2022 de la Consejería de Educación dice que la ratio máxima son 22 alumnos en el grupo de infantil 3 años y la resolución de 02/02/2022 de la Delegación Provincial de Cuenca reserva dos vacantes para alumnado de inclusión educativa, según normativa». Al no haber alumnos de inclusión educativa que las hayan solicitado, esas vacantes reservadas se adjudican en la Resolución definitiva de 29/06/2022 para la cual se habían grabado 22 vacantes el día 25/06/2022 por Resolución de la delegada provincial. «Esto ocurre en todos los centros, porque entre las resoluciones provisionales de enero y las de junio se comprueba si hay alumnos de inclusión educativa que hayan solicitado los centros y si quedan vacantes, van al proceso general», detallan.
En la tabla se correlacionan los alumnos aceptados en relación a la oferta. La columna de "Peticiones totales" se refiere a la solicitud del centro en cualquier puesto de la instancia, ya fuera en primer lugar o en cualquiera de los siguientes. Es un indicador que da pistas sobre la popularidad de un centro y muchas veces se ha utilizado como única referencia por parte de sindicatos o la Administración educativa, pero no es ni mucho menos la más útil ya que hay ejemplos de colegios muy demandados como segunda, tercera o cuarta opción que apenas se piden como primera.
Los motivos por los que unos centros se prefieren a otros son muy heterogéneas. Tiene un peso relevante la composición sociodemográfica del barrio en el que se ubican: donde más viviendas y parejas jóvenes que hay, aumenta la demanda. La presencia de urbanizaciones más recientes como las del Cerro de la Horca, Alameda y Buenavista explicaría por ejemplo en parte los datos de centros como Sagrada Familia, Ciudad Encantada y, en cierto modo, Fuente del Oro. También los de Isaac Albéniz que, aunque se mantiene en cifras altas, rompe la tendencia de cursos anteriores y no cubre todas las plazas. Influye también el porcentaje de abuelos en la zona, una figura que se ha convertido en elemento fundamental de la conciliación de muchas familias.
Afectan también otras cuestiones como el ideario (los padres que optan por concertados han completado el 92% de las plazas de este tipo), los programas, las instalaciones y cuestiones menos mesurables, y más opinables, como "la fama" o el "prestigio" de un claustro o la composición del alumnado. En la decisión pesan asimismo cuestiones prácticas como la facilidad para aparcar o la oferta de extraescolares.
Los tres colegios con menos demanda tienen en común su ubicación en zonas antiguas y relativamente céntricas del casco urbano cuya área de influencia incluye al menos parcialmente viviendas con vecinos más envejecidos o de menor nivel económico, con mayor porcentaje de inmigración.
El único que en esta ocasión no cubre la mitad de las plazas ofertadas ha sido el Federico Muelas, aunque el año pasado se dio la misma situación en varios más. Y es que este ha sido un proceso de admisión algo distinto a su precedente. A pesar de que han sobrado alrededor de un centenar de plazas -incluso con la eliminación del colegio San Julián de la oferta- esta campaña de escolarización deja menos 'huecos' libres en las escuelas conquenses. En 2019, año en el que nacieron los niños que ahora se incorporan, hubo un leve repunte de nacimientos en la ciudad, hasta los 425. Sin embargo, los alumbramientos registrados en 2020 y 2021 auguran una agudización de la brecha entre oferta y demanda para los próximos cursos. Si se agudiza la tendencia de crisis demográfico, no es complicado otear en el horizonte más reducciones de unidades como las ya aplicadas o incluso dudas sobre la superviviencia de algunos centros. En una década se ha reducido casi a la mitad el número de bebés.
Una consecuencia del reparto previsto es que, aunque tras la última reducción la ratio en Infantil se ha fijado en 22 en Castilla-La Mancha, de facto es muy inferior en la mayoría de los colegios conquenses. La media de alumnos por clase se queda en 16,5, incluyendo todos los perfiles de alumnos.