Clamor en Cuenca contra la invasión de Ucrania: «Si no hay apoyo ahora, mañana la guerra vendrá a vuestras casas»

Alrededor de 450 personas, en su mayoría integrantes de la comunidad ucraniana, se han concentrado en el Parque de Santa Ana para reclamar solidaridad y apoyo internacional

Según Google Maps, 3.361 kilómetros separan Cuenca de Kiev en coche. Una distancia que se han abolido durante la concentración que ha congregado en la tarde de este sábado a decenas de personas en el Parque de Santa Ana de la capital conquense para pedir el fin de la invasión de Ucrania. Alrededor de 450 asistentes han secundado la convocatoria organizada en menos de un día a través de las redes sociales y herramientas como WhatsApp: en su mayoría integrantes de la comunidad ucraniana de la ciudad, pero también españoles que han querido solidarizarse con sus vecinos (en muchos casos amigos o parientes), rumanos y súbditos de otras nacionalidades. Incluso algún ruso que ha marcado distancias públicamente con el Gobierno de Vladimir Putin.

El acto se ha desarrollado de manera pacífica y sin incidentes. Durante casi una hora de duración -desde las seis y media de la tarde- se han ido sucediendo testimonios y mensajes, en su mayoría espontáneos, que en castellano y ucraniano han trasladado hasta El Vivero una heterogénea sucesión de sensaciones. De la preocupación y miedo por la suerte de familiares y conocidos a la indignación y rabia por la acción de las tropas rusas. No han faltado exaltaciones patrióticas, agradecimientos al pueblo conquense, insultos al Kremlin, críticas a la comunidad internacional por una reacción que se entiende indolente y tibia, y, también, advertencias sobre las consecuencias que para todo el planeta puede tener este episodio bélico.

«Si no apoyamos todos a Ucrania, mañana la guerra va a venir a vuestras casas. Él va a intentar la III Guerra Mundial, Putin no va a parar. Por favor os necesitamos, apoyadnos», ha avisado una de las intervinientes con voz temblorosa, como la de muchos de los que han tomado la palabra. «Cuando una amiga te llama diciendo que está con una niña con 10 años en un refugio, que no es refugio ni nada, en un sótano, llorando, sin poder salir, sin comprar comida, durmiendo en el suelo… Este asesino quiere meter allí sus manos y ahogar a todo el mundo»

La suerte de sus seres queridos y las escenas de temor que se viven desde hace unas jornadas en varios puntos de su país de origen han sido otro de los temas recurrentes. Así, se ha recordado la muerte de una joven en las últimas horas pero también «signos de esperanza», como «el nacimiento de dos bebés» durante la pasada madrugada el Metro de Kiev, que se está usando como refugio.

Ha habido también peticiones para que Ucrania se integre en la OTAN y reclamando tanto a la Unión Europea como a Estados Unidos mayor contundencia. «No puede ser que todavía Italia se esté pensando la exclusión del sistema bancario SWIFT», ha lamentado una joven que ha compartido que «se sienten vendidos».

Otro hombre, «con lágrimas en los ojos» ha ensalzado el valor del ejército ucraniano, «el mejor de Europa», «ya que hay información de que los putos rusos, con perdón, se rinden y están hundiendo psicológicamente». También ha anunciado que se prepara una página de Facebook, «Cuenca con Ucrania», para canalizar el apoyo económico a las tropas que defienden la integridad territorial de la nación.

«Somos Europa, queremos ser Europa», ha clamado otra mientras que un varón, ya de más edad, ha pedido al pueblo ruso que reaccionase, «que despierten también, que vale ya de callar con lo que está haciendo su presidente». Ha habido algún llamamiento a boicotear los productos de la nación invasora.

En los parlamentos de los españoles que han hablado, la nota común han sido las apelaciones antibelicistas. «Cuando los pueblos se unen, la paz gana», decía un estudiante. «Esto es un dolor inmenso que ninguna nación merece, no puede pasar solamente esto por intereses, vamos a decir muy fuerte no a la guerra», ha comentado María Carmen Checa, presidenta de la Asociación de Vecinos de Casablanca.

El «No a la Guerra» ha sido uno de los lemas que se han coreado junto a otros como «el ¡Viva Ucrania!» y el «Viva España!». La primera vez que se han pronunciado esos vítores, uno de los asistentes que portaba una bandera española y la ha colocado junto a otra amarilla y azul. Las enseñas nacionales ucranianas se han prodigado junto a carteles en castellano, ucraniano e inglés -en alfabeto latino y la variación del cirílico-pidiendo el fin de las hostilidades y sintetizando las reivindicaciones expuestas en los discursos. También girasoles e iconos tradicionales como muñecas y diademas de flores han formado parte de la escenografía. Uno de los puntos álgidos de la velada ha sido el cántico a capela del himno nacional ucraniano, secundado entre aplausos.

La concentración ha contado con la presencia de la concejala de Servicios Sociales, la socialista Esther Barrios, y también de representantes del Partido Popular, Vox Cuenca y de diferentes movimientos sociales y religiosos de la capital conquense.