La exposición de los menores a la pornografía es un problema cada vez más preocupante, con estudios que estiman que la edad media de inicio en el consumo de estos contenidos es de tan solo ocho años. La facilidad de acceso a este tipo de material a través de dispositivos digitales supone un riesgo significativo para el desarrollo emocional, psicológico y social de los menores. Ante esta realidad, centros educativos y asociaciones de madres y padres de alumnos (AMPAS) de la provincia de Cuenca han recurrido a Cruz Roja en busca de información y herramientas para prevenir el consumo de pornografía en menores.
En respuesta a esta solicitud, Cruz Roja ha desarrollado un taller dirigido a familias y docentes con el objetivo de abordar la problemática desde un enfoque preventivo y educativo. Lucía Martínez, técnica de Cruz Roja Juventud en Cuenca y responsable de impartir estos talleres, advierte que «la pornografía no está al alcance de los niños solo porque la busquen, sino porque la pornografía les encuentra». En este sentido, el taller ofrece herramientas para educar en valores como el respeto, el consentimiento y la salud sexual, además de fomentar un diálogo abierto sobre la sexualidad y sus representaciones en los medios digitales.
Uno de los centros que ha acogido esta iniciativa es el Colegio Rural Agrupado (CRA) «Retama», en la localidad de Fuente de Pedro Naharro. Durante la sesión, se abordaron temas como el impacto de la pornografía en la visión de la sexualidad, la construcción de relaciones afectivas basadas en el respeto y la influencia de las nuevas tecnologías en la percepción que los jóvenes tienen sobre las relaciones íntimas.
En relación con estas tecnologías, Cruz Roja subraya la importancia del uso del control parental y de la supervisión de los contenidos accesibles a los menores en dispositivos digitales. La organización insiste en que la educación y el acompañamiento familiar son claves para prevenir los efectos negativos del acceso temprano a la pornografía.
María José Vals, orientadora del CRA «Retama», destaca la utilidad de estos talleres para las familias y el personal docente. «El acceso temprano a la pornografía puede generar confusión y afectar el desarrollo emocional y social de los menores», señala. Además, resalta que «lo más importante es acompañar y guiar a los niños. El uso de herramientas de control parental y la supervisión de contenidos son fundamentales, pero también lo es fomentar la educación emocional y el pensamiento crítico para que puedan diferenciar entre relaciones sanas y aquellas que no lo son».
El taller ya ha sido impartido en el CEIP Ramón y Cajal de Cuenca y está disponible para otros centros educativos y AMPAS de la provincia que lo soliciten.