La llegada del verano y el aumento de las temperaturas, con las inevitables olas de calor, han activado la alerta ante la llegada de una de las épocas del año más delicadas para las personas sin recursos y que carecen de hogar.
Teniendo en cuenta que el invierno es la época del año más dramática para este colectivo, no se puede olvidar la mortalidad asociada al periodo estival. El Instituto Carlos III estimaba que doce personas habían muerto el verano pasado por exceso de calor en la provincia de Cuenca.
La secretaria general de Caritas Cuenca, Mª Paz Ramírez, apunta que «desde la llegada del verano ponemos nuestros recursos a disposición de quienes lo puedan necesitar porque las olas de calor y las temperaturas elevadas pueden tener consecuencias graves para las personas sin recursos. En estos momentos, tenemos plazas libres en el Centro de Acogida que puedan ser ocupadas por personas que lo necesiten y que quieran. También podemos ayudar proporcionando bebida y comida, así como gestionando alojamiento en el caso que sea factible».
Ramírez señala que el verano no es tan ‘peligroso’ como el invierno. «Siempre recomendamos a las personas sin recursos que eviten exponerse al sol durante las horas centrales del día pero, por ejemplo, por las noches refresca y son mejores para pasarlas a la intemperie que las noches de invierno en las que bajan mucho las temperaturas. También es posible acceder a fuentes donde poder beber agua». En cualquier caso, la secretaria general de Caritas Cuenca recuerda que «hay mucha gente que necesita ayuda en esta época del año. Y este año tenemos relativa suerte porque aún no han llegado olas de calor. El año pasado ya llegaron a finales de junio».
Cruz Roja, «en guardia contra el calor»
Los últimos datos proporcionados por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) indican un aumento extremo de las temperaturas en los próximos meses. Conscientes de esta situación y de su significativo impacto en la salud de las personas, Cruz Roja lanza su campaña ‘En guardia contra el calor’ para preparar, concienciar y proteger a la población, con especial atención a los grupos más vulnerables, frente a los peligros de las olas de calor que afectan a España. 2023 fue el año más caluroso jamás registrado, con olas de calor mortales en todo el mundo que mostraron que cualquier persona puede estar en riesgo por el calor extremo, aunque su impacto afecta de manera más desproporcionada a las personas más vulnerables. Agua-sombra-descanso son siempre la clave.
Cruz Roja impulsa la prevención activa, la conciencia constante, la responsabilidad compartida y la resiliencia para enfrentar los desafíos del calor extremo. Incide en la prevención mediante la hidratación, el uso de ropa ligera y evitar la exposición al sol en las horas más calurosas como claves imprescindibles para evitar los golpes de calor antes de que aparezcan sus primeros síntomas.
Igualmente, recuerda la importancia de mantenerse siempre alerta a los riesgos del calor para proteger especialmente a las personas en situación de vulnerabilidad, como niños, niñas y personas mayores, y enfatiza nuestra responsabilidad individual para protegernos mutuamente y ayudar a nuestras personas allegadas a mantenerse seguras.