Joaquín Caparrós vuelve a tomar las riendas del Sevilla FC. El club hispalense ha confirmado este domingo que el técnico andaluz dirigirá al equipo hasta el final de la presente temporada, después de la destitución de García Pimienta. Caparrós, que cuenta con una dilatada trayectoria vinculada al Sevilla, asumirá el mando en las siete jornadas que restan de campeonato.
Será la cuarta ocasión en la que el utrerano se siente en el banquillo de Nervión. Su primera etapa se extendió entre los años 2000 y 2005, en la que sentó las bases de una de las épocas doradas del club. Más tarde, regresó en dos etapas breves como técnico de urgencia: en la recta final de la campaña 2017/2018, donde dirigió al equipo durante cuatro encuentros, y en la temporada 2018/2019, en la que estuvo al frente durante once partidos.
El vínculo inquebrantable de Caparrós con Cuenca
Más allá de su trayectoria en los banquillos, Joaquín Caparrós mantiene un estrecho vínculo personal con Cuenca, ciudad a la que llegó en su juventud y que considera su segundo hogar. Fue allí donde cerró su etapa como futbolista y comenzó a dar sus primeros pasos como entrenador a finales de los años 70, un periodo en el que, además, formó su familia. Sus dos hijos nacieron en la capital conquense y durante dos décadas estuvo plenamente integrado en la vida social y deportiva de la ciudad.
Ese arraigo se ha mantenido con los años, convirtiéndose en un visitante habitual y en un embajador espontáneo de Cuenca allá por donde ha pasado. Su relación con la ciudad quedó sellada cuando fue elegido pregonero de las fiestas de San Mateo y, de forma permanente, cuando uno de los campos de fútbol de la capital, el de la antigua Beneficencia, fue bautizado con su nombre en reconocimiento a su trayectoria y a su afecto por la ciudad. Además, fue distinguido como Hijo Adoptivo de Cuenca en enero de 2025.