Balance positivo de los agricultores de las lluvias de diciembre pese a los daños en las siembras recientes

El tren de borrascas que continúa atravesando nuestro país está sumando una importante cantidad de agua que está llenando embalses en zonas donde la sequía estaba siendo la protagonista. Sin embargo, además de llenar embalses que se encontraban en situaciones críticas, también está sirviendo para regar los cultivos. Los últimos tiempos no han sido fáciles para las cosechas y estas precipitaciones han sido «agua de mayo», en términos generales, para combatir el agujero negro que había sido un otoño demasiado seco.

Fruto de las intensas lluvias de los últimos días, los caudales de los ríos han incrementado su travesía al mismo tiempo que en el campo se producían algunos encharcamientos que pueden dificultad el normal desarrollo de los cultivos. La extensión de la provincia de Cuenca es muy acentuada y, según las primeras informaciones señaladas por Asaja, «el agua siempre es bien recibida» si bien es cierto que la abundancia de agua podría «arrastrar algunas semillas» que ya se encontraban dispuestas para continuar su proceso de germinación.

«En algunas zonas ha llovido con mucha fuerza, han caído muchos litros en poco tiempo ya provocado embalsamientos y escorrentías que han hecho que se arrastre la tierra y llevando las semillas que no estaban bien arraigadas en el terreno», señala Carlos Cifuentes, vicepresidente de Asaja Cuenca.

Igualmente, Cifuentes ha señalado a este diario que «también hay zonas de la provincia en las que por miedo a tanta sequía que llevamos arrastrada hay agricultores que habían decidido no sembrar todavía. Lo cual crea un problema porque tendrán que esperar un tiempo porque al caer tanta cantidad de agua, la tierra todavía no está en condiciones».

Los cultivos de los agricultores conquenses que se están beneficiando de estas lluvias son los cultivos leñosos, para los cuales «esta agua les viene muy bien para que coja reservas». Estos cultivos son el olivar, el almendro, pistachos, entre otros.

En este tiempo los campos conquenses se preparan para recibir a los cultivos de cereales: «tradicionalmente Cuenca es la provincia que más cebada siembra de toda España, se está sembrando cebada de invierno y trigo de invierno», señala Cifuentes, que también señala que existen otros cultivos minoritarios como leguminosas, avena o centenos.

Estas variedades son mantenidas por los agricultores hasta los meses de enero o febrero, momento en el que la variedad cambia y se opta por las «variedades de primavera, con un ciclo más corto y se adaptan mucho mejor a la época de siembra».

El exceso de humedad podría convertirse en un problema, sin embargo,, «es el menor de los problemas, a veces es mejor tener un poco de exceso de agua a que tengamos una sequía prolongada que arrasen los cultivos», señala Carlos Cifuentes.