Es ya una tradición periodística que el 31 de mayo, día de la comunidad, algún medio nacional publique una encuesta de intención de voto para las próximas elecciones autonómicas de Castilla-La Mancha. Este año lo ha vuelto a hacer La Razón con un sondeo que pronostica que el PSOE perdería por la mínima la mayoría absoluta en las Cortes regionales y un PP en ascenso tendría la oportunidad de sumar con Vox para acceder al Palacio de Fuensalida.
El sondeo publicado por el rotativo del Grupo Planeta está elaborado por NC Report y sitúa otra vez a los socialistas como la fuerza mas votada en unos comicios regionales, con un 40,3% de los sufragios válidos y 16 escaños. La formación de Emiliano García-Page se dejaría casi cuatro puntos respecto a la cita con las urnas de hace ahora un año. Y, lo más importante, perdería tres asientos en el parlamento regional. Quedaría uno por debajo de la frontera de la mayoría absoluta.
Un desgaste que lograría capitalizar el Partido Popular. Los de Paco Núñez aumentarían sus apoyos del 28,5% al 33,7% e incrementarían en cuatro diputados su representación parlamentaria: de 10 a 14.
Unas cifras que les dejan con opciones de gobernar ya que la encuesta también augura la irrupción de Vox, que se beneficia de la desaparición de Ciudadanos del parlamento autonómico. Los voxistas se estrenarían con un 11,2%, porcentaje casi calcado al que obtuvieron los naranjas en 2019 y que traduce en 3 actas.
Una eventual alianza entre populares y voxistas daría para la mayoría absoluta, con 17 escaños que superan los 16 de los socialistas. Estos se quedan sin alianzas ni a su derecha ni a su izquierda. La encuesta constata la ya referida pérdida de la condición paralmentaria de Cs de y también revela que Unidas Podemos seguiría otra legislatura fuera del parlamento regional.
Aunque el desglose por provincias no se especifica con claridad, del texto se infiere que la circunscripción conquense se mantendría bipartidista y con el reparto vigante, es decir, 3 diputados para el PSOE y 2 para el PP.