El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha avanzado esta mañana, en Almansa (Albacete), que la Comunidad Autónoma instará “a las instituciones del Estado”, a través de las Cortes regionales, “un cambio normativo” para ejecutar “un nuevo plan de electrificación en todo el país” que desbloquee las inversiones que se necesitan “con urgencia” en este ámbito.
En concreto, García-Page ha expuesto que “hay energía”, pero “resulta que ni lo que producimos lo podemos volcar a la red, ni lo que se vuelca a la red tiene capacidad para que todas las empresas que quieran engancharse lo hagan”, tal y como ha explicado en relación con esta problemática que impide invertir tanto a Red Eléctrica como a las distribuidoras del sector.
Todo ello, lo ha puesto de relieve en la inauguración de la nueva planta de fabricación de fibra óptica que la compañía ‘Hispanic Fiber Fast’ ha construido en el Polígono Industrial de esta localidad albaceteña, la primera de estas características en toda la región y la quinta de toda España, una infraestructura que permitirá complementar la capacidad productiva y operativa de esta empresa dedicada al despliegue de esta tecnología en todo el territorio nacional.
“Vamos a aprobar una iniciativa” a fin de que “no se cortocircuite nuestro crecimiento” y que “todo el que quiera emprender y crecer pueda hacerlo” dado que “la legislación hoy en España topa la capacidad que tienen las empresas para invertir”, ha señalado. En este sentido, ha considerado que “ese mismo salto que dimos en infraestructuras” en décadas pasadas en España, “lo necesitamos ahora en tendidos eléctricos”.
Igualmente, García-Page ha sostenido que este nuevo plan “se necesita a marchas forzadas” por lo que ha justificado que “se pueda modificar, aunque sea temporalmente para que, durante una serie de años” Castilla-La Mancha pueda aumentar su capacidad en este ámbito.
En este contexto, el jefe del Ejecutivo castellanomanchego ha destacado que “estamos en condiciones de, a lo mejor en una década, tener toda la energía que necesita” un país como España y además “de forma limpia y competitiva”, algo que, a su juicio, es “pura soberanía” y que “puede influir en la competitividad de la economía española en un 20 por ciento”, ha considerado.