«En muy poco tiempo» podrán entrar residentes de otras comunidades en Castilla-La Mancha. Así lo ha señalado este viernes en Ciudad Real el presidente Emiliano García-Page en unas declaraciones que inciden en la línea ya planteada ayer: el Gobierno regional está dispuesto a plantear el levantamiento del cierre de la autonomía a partir del 9 de mayo, cuando concluya el Estado de Alarma.
Page ha defendido que esta recuperación de la movilidad interautonómica no se trata tanto de una recuperación «de derechos, porque no hay derecho más importante que el de la vida y por tanto el de la salud» sino de los «hábitos de nuestra vida y para ello trabajamos».
El próximo jueves, 6 de mayo, se celebrará un Consejo de Gobierno en el que se decidirá qué medidas se aplicarán en la comunidad castellano-manchega tras el 10 de mayo, una vez haya concluido el Estado de Alarma, que es el que faculta a los gobiernos regionales para aplicar limitaciones como el toque de queda, el cierre perimetral, la limitación de aforos en los lugares de culto y el límite de personas por reunión.
Sin esa herramienta jurídica, las administraciones autonómicas estudian cuál es el margen de maniobra del que disponen para seguir estableciendo limitaciones en su lucha contra la propagación del virus. Desde Castilla-La Mancha, donde la intención es mantener el toque de queda, se ha pedido al Gobierno central claridad y seguridad jurídica para ello y también se ha apuntado que se recurrirá a la tutela judicial para sus decisiones.
El presidente regional ha compartido hoy otra vez sus pronósticos optimistas sobre la evolución de la pandemia gracias a la vacunación y ha afirmado que es «cuestión de semanas que se de la vuelta a la tortilla de patata, que lleguemos al punto de inflexión». Ha destacado que la próxima semana se vacunará a 20.000 castellano-manchegos por día, lo que dibujará un escenario muy distinto.
Esa visión confiad en el futuro más cercano en España contrasta con «el horror» que le causan las noticias que llegan desde la India y que reflejan «una situación brutal de desigualdad».