El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha avanzado que este fin de semana ya estarán levantadas algunas de las medidas vigentes actualmente contra el coronavirus, lo que permitirá una «apertura condicionada de sectores como el comercial y el hostelero».
En un acto público para presentar un proyecto logístico en Albacete, el dirigente autonómico ha explicado que a lo largo de esta semana se convocará un Consejo de Gobierno extraordinario en el que «se modularán» algunas de las limitaciones establecidas en el Nivel 3 reforzado, un grado de restricción que ha supuesto desde el 18 de enero el cierre prácticamente total de bares y restaurantes y de las superficies comerciales de más de 300 metros cuadrados no dedicadas a la venta de productos esenciales.
Page ha señalado que esta decisión se toma por la mejora en los datos epidemiológicos y hospitalarias ya que «estamos venciendo a la 3º ola» después de «haber pagado una factura por la Navidad mucho más importante de la que esperábamos». Ha atribuido esa evolución positiva en los datos al efecto de las medidas «no deseadas ni amables, duras, pero tomadas con sentido común».
Además, ha expresado su confianza en que este alivio de las restricciones se mantenga en el tiempo, sin retrocesos ni intermitencias, porque se mantenga esa menor incidencia y porque se empiecen a notar los efectos del avance de la vacunación.
Los representantes de la Junta de Comunidades perfilarán en estos días con representantes de los sectores implicados detalles de las condiciones de las aperturas. Page ha explicado que se tendrán en cuenta las normativas que ya existían (por ejemplo en el Nivel 3 convencional, sin apellidos, no se podía servir en el interior de los establecimientos pero sí en las terrazas) y las diferentes aportaciones para encontrar una solución que permita compatibilizar el reinicio de la actividad con las medidas preventivas.