El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado su optimismo sobre la evolución de la crisis sanitaria y sobre le vigencia de medidas como puede ser el uso de la mascarilla.
En este sentido, el máximo responsable el Ejecutivo autonómico ha indicado que «probablemente antes de que acabe el verano, incluso a lo mejor el uso de la mascarilla, será muy reducido en comparación a lo que vemos hoy. Y ese es un buen síntoma. Incluso la posibilidad de que no me confunda con el agua, no vaya a ser que me vaya a beber el hidrogel. Y que podamos avanzar todos hacia lo que hasta hace unas pocas semanas nos llamaba la atención. Cuando ayer veía por televisión atascos otra vez es la única vez que los atascos me han parecido una bendición, sinceramente. Pero ver que empezamos a recuperar una cierta normalidad es como para celebrarlo, como éxito colectivo».
García-Page se ha mostrado convencido de que «en pocas semanas va a cambiar por completo el metabolismo y además nos vamos a sentir con la fuerza renovada de haber vencido a una gran pandemia, Ojalá que ocurra así en el resto del mundo porque dependemos los unos de los otros como dependemos unas autonomías de las otras, y unos municipios de los otros. Hay que seguir todavía peleando. Siempre he estado al frente de los intereses de mi tierra y eso me lleva todavía a no bajar la guardia. En realidad no la baja nadie. Las cosas han ido mucho mejor de lo que la clase política es capaz de reconocer. En España ha sido mas fácil llegara a acuerdos con los empresarios y con los sindicatos que entre los políticos. Lo cual es para hacérselo mirar».
