Emiliano García-Page ha anunciado que en el Consejo de Gobierno que se va a celebrar el jueves de la semana que viene «con casi total seguridad» se van a «aligerar y mucho las restricciones y limitaciones» vigentes actualmente en Castilla-La Mancha. En esa reunión se decidirá «hacia dónde vamos a llegar» una vez que el 9 de mayo concluya el Estado de Alarma.
Esa figura jurídica ha facultado desde octubre a los gobiernos autonómicos para establecer cierres perimetrales de la comunidad (también en periodos concretos de municipios y áreas de salud), el toque de queda y la limitación del máximo de personas que podían reunirse.
Page no ha concretado cómo se van a relajar las medidas pero sí que ha insistido en que «no vamos a ir más allá de donde nos permita la Constitución», por lo que todo apunta que se levantarán o mitigarán aquellas relacionadas con los derechos fundamentales como la movilidad.
Eso sí, en su intervención con motivo de la presentación de los nuevos planes de empleo en colaboración con las Diputaciones, el presidente autonómico ha advertido de que «no vamos a ir del blanco al negro ni de 0 a 100» sino que los cambios se aplicarán «con prudencia» porque «no se puede estar, como algunos llevan pretendiendo desde la semana siguiente de la declaración de la pandemia al choco y a la tajá».
Ha elogiado asimismo el comportamiento de la ciudadanía y la capacidad de resistencia de los sectores económicos, «gracias también a las ayudas que hemos puesto en marcha desde el Gobierno regional».