Europa Press
Los abrazos prohibidos’ de Vetusta Morla, canción compuesta por este grupo con motivo de la pandemia, o «los niños ya no dibujan futbolistas sino sanitarios» han sido algunos de los recuerdos de los colectivos esenciales que se han podido escuchar en el acto del Día de Castilla-La Mancha, con motivo de su trabajo incansable para vencer el coronavirus.
Hasta una veintena de personas de los distintos ámbitos de la sociedad han sido los protagonistas este 31 de mayo en un acto sencillo, corto y emotivo, en el que el presidente regional, Emiliano García-Page, ha ido relatando la experiencia de cada uno en esta crisis sanitaria.
Tres de ellos han depositado las banderas de Europa, España y Castilla-La Mancha, otros han ayudado a su izado y todos han participado en la ofrenda floral, compuesta por rosas rojas y amarillas –como símbolo de las víctimas en el país– y por calas blancas, símbolo de pureza y recuerdo a los que han perdido la vida.
Un celador que hace 24 horas ha sido abuelo y que no se ha querido perder el acto, la «experiencia inaudita de los docentes», el testimonio de un agente medioambiental que ha rechazado ofrecimiento de vecinos «que le querían invitar a algo» por su trabajo o el nombre que recibía el personal de la empresa pública Geacam, «los de amarillo», han sido los testimonios descritos por García-Page.
También ha hecho alusión a la losa que suponía en la UCI que «un día era igual que el anterior», la defensa de la sanidad pública y la vocación de la enfermería o el sentimiento de los abuelos en las residencias «por creer que sus hijos les habían abandonado».
La dureza por impedir que padres vieran a sus hijos, por parte de la Policía Local, el compromiso con el deber público del lado del Ejército, la dificultad de los primeros días de los transportistas por no poder parar en ningún sitio a descansar o el esfuerzo del sector agroalimentario por garantizar que la región siga siendo una «enorme despensa».
Para finalizar, el presidente regional ha puesto especial énfasis en la historia de Justina Sánchez, de 86 años, contagiada por el virus, que ha querido dar «un 12» a los sanitarios por haberla cuidado en su lucha, destacando su actitud en una frase: «Los últimos serán los primeros».
LOS HOMENAJEADOS
Los protagonistas mencionados han sido Virgilio Cencerrado, enfermero; María José Sánchez médica y jefa de la UCI; Natividad Gil, técnico en cuidados de enfermería; Felipe Barba, celador; María Elena García, trabajadora de transporte sanitario; Jimena Úbeda, auxiliar de residencia; Mercedes fuentes, teniente de la guardia Civil.
Óscar Sánchez, inspector de la Policía Nacional; José Luis Martín mora, jefe de la Policía Local; Marcos Cruz, de las Fuerzas Armadas; Miguel Esteve, bombero; Juan Francisco, transportista; Alejandro García, agricultor; Emérita Domínguez, docente; Jorge Zapatero, de Geacam; Antonio Sánchez, agente medioambiental; Vanesa Calleja, del 112 o Luz, cajera de supermercado.