El Gobierno de Castilla-La Mancha ha enviado este jueves un documento al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación con las propuestas para adaptar la Política Agraria Común a la «realidad agronómica de la región», con la petición de que sean cambios estructurales para el periodo PAC 23-27.
Se ha elaborado con aportaciones de las organizaciones profesionales agrarias ASAJA, UPA, COAG y Cooperativas Agroalimentarias, así como del propio ejecutivo regional. Julián Martínez Lizán, consejero de de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, ha explicado que se han tenido en cuenta «los aspectos diferenciales de las distintas comarcas de Castilla-La Mancha y la experiencia del primer año de aplicación de la nueva PAC». «Todo ello pensando en que en 2025 está prevista la revisión intermedia, en la que también se podrán hacer nuevas aportaciones», ha afirmado.
«Hay que olvidarse del paradigma de que el agricultor lo que quiere son subvenciones, porque lo que quiere es desarrollar su labor y que su esfuerzo se vea recompensado», ha afirmado el consejero. También ha añadido que el Gobierno regional «es consciente de lo que suponen las movilizaciones de estos días», por eso se trasladarán estas propuestas a la Comisión Europea «que es quien tiene las competencias y marca las reglas del juego».
Cambios propuestos
Según ha explicado Lizán, el documento recoge «cuestiones relativas a la reducción de la burocracia; al cuaderno de explotación digital; los ecorregímenes y las ayudas asociadas».
Más concretamente, se trataría de una simplificación de los trámites burocráticos a la hora de realizar la PAC; de eliminar la obligación del cuaderno digital para explotaciones de hasta cinco hectáreas en regadío y 30 en secano, y para las que cobren menos de 5.000 euros de subvención, así como prorrogar su obligatoriedad hasta 2027.
En lo relativo a los ecorregímenes, se propone que el periodo mínimo para el pastoreo extensivo se lleve a 60 días y que se baje la carga ganadera en zonas con dificultades por cuestiones climatológicas.
En cuanto a la rotación de cultivos, sobre todo en herbáceos, «pensamos que con un 25% estaría más que justificado», ha afirmado Lizán. Asimismo, en la misma práctica el barbecho no podrá representar más del 40% de la superficie de la tierra de cultivo correspondiente de la explotación. En la siembra directa, se plantea que se permita el laboreo vertical, con la que no se mueve la estructura del suelo.
Por lo que respecta a las áreas de biodiversidad, se propone reducir el porcentaje del siete al tres por ciento en secano y leñosos y del cuatro al dos por ciento en regadío. También que el espacio de biodiversidad de no cosechado se amplíe a otros cultivos herbáceos como proteaginosas, así como permitir superficie de herbáceos de no cosechado en parcelas no colindantes.
En cuanto a las cubiertas vegetales inertes, se demanda que se permitan labores verticales; pudiendo mantener la cubierta en calles alternas. Así, la mitad de la explotación quedaría libre para realizar diferentes opciones, como la retención de agua o el permitir enterrados en tratamiento de las cubiertas como aportación mineral orgánica para abonado.
De la misma manera, el Gobierno regional propone implementar una nueva propuesta de ecorrégimen de cubiertas (vivas o inertes) combinado con fertilización orgánica (estercolados). La proposición consiste en realizar la cubierta en calles alternas de cultivo, permitiendo el laboreo en las calles donde no se deja cubierta, más la aplicación de abono orgánico cada tres años con laboreo superficial de las calles donde no hay cubierta vegetal viva o inerte. «De esta manera, ayudaríamos también al sector ganadero de manera indirecta puesto que se podrían usar estiércoles que se generan en las explotaciones. Castilla-La Mancha dispone de una campaña ganadera suficiente en estos momentos para atender la demanda», ha explicado Martínez Lizán.
En cuanto a las ayudas asociadas, se propone una modificación para la ayuda a los ganaderos extensivos y semiextensivos de ovino y caprino sin pastos a su disposición y que pastorean superficies de rastrojeras, barbechos y restos hortícolas.
Otras medidas
Ya fuera de la PAC, Martínez Lizán ha demandado que «la aplicación de las cláusulas espejo debe ser una realidad por parte de la Comisión Europea en los acuerdos con terceros países».
También ha aprovechado para anunciar un plan de captación digital para el sector agropecuario, «que puede ayudar mucho a los profesionales para manejar el programa vinculado a la PAC y a entender el manejo del cuaderno digital».
Por otro lado, el consejero ha avanzado que en próximos días se firmará un acuerdo con las entidades bancarias con en el que «se pondrá a disposición del sector préstamos preferentes para agricultores y ganaderos».
Según Martínez Lizán, el Ejecutivo autonómico está trabajando para que el sector agrario «sea susceptible de ser considerado sumidero de carbono», colaborando con el mismo a través de proyectos de innovación articulados a través de las líneas de ayuda regionales.
Para paliar los daños causados por la sequía, Julián Martínez Lizán ha indicado que Castilla-La Mancha es la comunidad que «más ayuda por sequía va a recibir de toda España desde el Ministerio», con un total 72 millones. Esta ayuda para cultivos herbáceos y para tomate y arroz la recibirán en los próximos días los agricultores que hayan realizado la PAC, que recibirán un ingreso directo sin necesidad de hacer gestiones.
Y por último, ha asegurado que se están realizando gestiones y peticiones ante el Ministerio, ENESA y Agroseguro para modificar las normas de contratación y los costes para cubrir las necesidades reales de agricultores y ganaderos.