La portavoz del Gobierno regional, Blanca Fernández, alega respecto a la diferencia existente entre la cifra oficial de muertes por coronavirus y la que ofrecen los registros civiles que “todas las comunidades autónomas seguimos a rajatabla las instrucciones del Ministerio de Sanidad y contabilizamos los casos de la misma manera, siguiendo unas instrucciones que se elaboran con razones científicas y epidemiológicas”, por lo que es el Gobierno central el que debe analizar cómo se están contando los fallecimientos.
“Si mañana el ministerio decidiese modificar la instrucción, Castilla-La Mancha también cambiaría su forma de trabajar, porque el mando único está en el Gobierno de España, que es quien dictamina cómo debemos contar los casos positivos”, ha explicado Fernández en la rueda de prensa para informar de la situación de la pandemia en esta región.
Tras analizar los datos de la última jornada, la portavoz destaca que el estrés al que se ha visto sometido el sistema sanitario se va reduciendo y hay “motivos para pensar que la situación se está estabilizando en Castilla-La Mancha”, aunque insiste en que no hay que bajar la guardia.
Entre los datos de la jornada, Fernández destaca que “en estos momentos de las personas que llegan a urgencias se ingresan en planta el 28%, cuando en el pico de la pandemia era el 60%”. En la actualidad hay casi 1.000 camas disponibles y 30 respiradores libres en la región, a los que esperan sumar esta misma semana los que fueron requisados en Turquía.
Por último, la portavoz regional ha celebrado que el Hospital Mancha Centro de Ciudad Real vaya a formar parte de un grupo de estudio sobre la utilización del plasma de afectados por COVID-19 en la cura de otros infectados.