Castilla-La Mancha ha ordenado con carácter general el cierre de los bares, restaurantes, cafeterías, pubs y otros establecimientos similares. El cierre afecta tanto a los exteriores como a los interiores del local, según ha dado a conocer este lunes el Consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, en la rueda de prensa en la que ha presentado las últimas medidas adquiridas por el Consejo de Gobierno para contener la propagación de la COVID-19.
Quedan exceptuados de estas medidas aquellos locales y establecimientos que en virtud de sus especiales características presten un servicio que se pueda considerar esencial o no sustituible. Por ejemplo, ha indicado el consejero, el servicio de hostelería en hospitales y clínicas para el uso de usuarios y profesionales; el de establecimientos hoteleros para uso exclusivo de los clientes que están allí alojados; el servicio de restauración situado en empresas y lugares de trabajo para uso exclusivo de los empleados; y el servicio de comedor escolar en guarderías y colegios de educación primaria.
Sí se permitirá el servicio de reparto a domicilio dentro del nuevo horario permitido de movilidad, es decir, hasta las 22:00 horas.
Esta medida, al igual que las aprobadas este lunes en el Consejo de Gobierno, tendrá una vigencia indefinida. Su primera revisión será dentro de diez días, tal y como ha anunciado el presidente regional, Emiliano-García Page.
Junto con los bares, también se ordena el cierre de locales de juego y apuestas, bingos y establecimientos similares, así como de hogares de jubilados, centros colectivos y sociedades recreativas y culturales.
