La taranconera Lourdes Luna es la directora del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha desde agosto de 2023. Accedió al puesto desde la delegación provincial de la Consejería de Igualdad convencida de que la igualdad no favorece sólo a las mujeres sino que beneficia a la toda la sociedad. Para conseguirla es necesaria la colaboración de los hombres y avanzar hacia supuesto que se consideran superados pero que, sin embargo, aún existen como las brechas salariales. Reconoce la necesidad de adaptar el discurso a las nuevas generaciones en lenguajes y formas de comunicación que sean más afines que las guías o las charlas de instituto. Lamenta cada muerte o agresión sexual que se produce pero se muestra orgullosa de todas las que se han evitado con recursos y reforzando el discurso contra la discriminación y la violencia de género.
Hemos conmemorado este viernes un nuevo Día Internacional de la Mujer, ¿Qué reivindican este año las mujeres de Castilla-La Mancha, el 8 de marzo?
Reivindicamos que seguimos trabajando y gritando a los cuatro vientos que necesitamos nuestro espacio. Que a pesar de todas las políticas públicas que se llevan haciendo durante mucho tiempo, seguimos teniendo esas brechas de género a las que hace mención nuestro lema de este año «Cerrando brechas, iguales y visibles», ¿no? «Queremos visibilizar que siga habiendo brechas que yo creo que son sobradamente conocidas por todos y por todas, que todo el mundo sabe que existen pero que nos está costando mucho eliminarlas. A pesar de que las mujeres estamos empezando a ocupar puestos de responsabilidad, a pesar de que las mujeres cada vez estamos mejor formadas, a pesar de que las mujeres ya somos el porcentaje de más alumnado en las universidades que los hombres… Seguimos viendo que en puestos de responsabilidad siguen siendo los varones que siguen copándolos todos. En esas estamos.
Has comentado el tema de las brechas, ¿Cuáles son en concreto? ¿Siguen siendo las mismas que hace un tiempo? ¿Las vamos cerrando o se siguen abriendo?
Sobre todo en el tema laboral, que básicamente es lo que luego afecta a todo, a toda nuestra vida, porque la independencia económica de las mujeres y la dependencia que muchas de ellas puedan tener de sus parejas evitan que realmente lleguemos a ser iguales. Sí es cierto que durante los últimos años en nuestra comunidad autónoma se ha reducido la brecha salarial, la brecha de género, en un 17% pero todavía tenemos un porcentaje muy alto en el que tenemos que seguir trabajando. Las mujeres en Castilla-La Mancha tendríamos que ganar más de 3.700 euros al año para igualar nuestro salario al de los hombres. O sea, las mujeres en Castilla de la Mancha prácticamente trabajan dos meses al año gratis. Y no estamos hablando de puestos distintos, de distintas responsabilidades, estamos hablando incluso de puestos en la misma categoría profesional. Creo que es totalmente injusto.
«La brecha salarial es real. Las mujeres en Castilla-La Mancha tendríamos que ganar más de 3.700 euros al año para igualar nuestro salario al de los hombres»
¿Cómo se materializan esas diferencias? ¿Cuáles son los mecanismos? Porque legalmente no puede haber discriminación por motivo de sexo para el mismo desarrollo de tareas…
Lo que podemos constatar, porque hay datos, es que esa diferencia no es tanto porque se pague menos en el mismo puesto de trabajo, sino por ejemplo porque las mujeres son las que más contratos a tiempo parcial tienen. Son las que más solicitan reducciones de jornada para el cuidado de las personas dependientes, sus hijos e hijas o personas mayores. Son las que piden las excedencias. Más de un 90% de las excedencias que se piden en nuestro país, las piden las mujeres. Es básicamente por eso, no solamente, y evidentemente también por el tema de los puestos, porque al final, a igual formación los cargos directivos llegan los hombres. Al final, tanto mujeres como hombres, tenemos asumido que los cuidados los tienen que asumir las mujeres y es algo que tenemos asumido como algo normal. Entonces eso tenemos que empezar a darle la vuelta. Afortunadamente, le estamos empezando a dar la vuelta y cada vez más hombres están empezando por los permisos de paternidad. Cada vez más hombres van empezando a pedir esas excedencias para cuidar de sus hijos y de sus hijas, Pero aún tenemos asumido que tienen que ser las mujeres. Cambiar esa inercia no es fácil. Para eso se ponen en marcha políticas públicas, para eso se ponen en marcha otro tipo de herramientas para que las mujeres puedan trabajar en igualdad de condiciones. ¿Cuál es el problema también en esto? Que si a los puestos de gran responsabilidad solamente llegan los hombres entonces, a la hora de decidir quién se coge una excedencia, evidentemente, ¿Quién se la va a coger? Quién tiene menos salario, la mujer.
¿Cuál es la prioridad del Instituto de la Mujer de Castilla-la mancha en estos momentos, en los inicios de 2024?
La prioridad sigue siendo visibilizar lo que estamos hablando, trabajar visibilizando el papel fundamental de las mujeres para que nuestra sociedad de verdad sea una sociedad igualitaria. Orientando, implementando, ayudando a las empresas y a las administraciones a seguir trabajando los Planes de Igualdad. Que una empresa implemente en su centro de trabajo supone que las condiciones de trabajo van a ser las mismas para mujeres y para hombres independientemente de que por ley ya es obligatorio que todas las empresas con una plantilla de más de 50 personas tengan su Plan de Igualdad porque garantiza, de verdad, que las mujeres puedan participar del desarrollo de esa empresa en igualdad de condiciones.
¿Y qué pasa con las que tienen menos de 50 trabajadores?
Por ley no es obligatorio pero nuestro trabajo desde el Instituto de la Mujer es trabajar para que esas empresas tengan conciencia de la necesidad de esos Planes de Igualdad, para que realmente las mujeres trabajemos en igualdad de condiciones por los hombres.
«A determinadas orientaciones políticas no les gusta la igualdad porque significa la pérdida de privilegios»
La igualdad es un tema que a determinadas formaciones política les ‘chirría’, la cuestionan y es uno de sus caballos de batalla en su acción política ¿Qué valoración puedes hacer de este fenómeno?
Lamentablemente estas formas de actuar de determinados partidos de la derecha nos retrotraen a esos 30, 40 años atrás. El discurso de que ‘no sé qué estáis reclamando, no sé qué estáis pidiendo, si ya está todo conseguido’ al final hay personas en las que puede calar: gente más joven y más mayor, que también la hay. No me gusta tampoco fiscalizar a la gente joven, porque parece que son los culpables de todo y no lo son. Ese tipo de discursos, lo único que hacen es retrotraernos a 30, 40 años atrás, y lo que no se da cuenta la ciudadanía en general es que los derechos sociales cuesta siglos conseguirlos, incluso la muerte de muchas personas que lucharon para conseguir esos derechos sociales, y que en apenas una legislatura y en esta región lamentablemente lo pudimos comprobar, se pueden perder. Lo que siempre traslado a todas las personas a las que tengo la oportunidad de dirigirme y es que no den nunca nada por hecho. Resulta fundamental hacer partícipes a los hombres. En esto, o vamos de la mano, o no vamos a conseguir nunca llegar a donde queremos llegar, solas no vamos a poder. Es como lo de las políticas públicas que se ponen en marcha para intentar erradicar la violencia de género. También las ponen en cuestión. Es como cuestionar el hecho de que por qué se hace prevención en sanidad. Nadie pone en cuestión el tema de la prevención y la sensibilización en sanidad para cualquier enfermedad o cualquier lo que sea. ¿Por qué tenemos que cuestionar las políticas públicas en materia de violencia de género o de igualdad para prevenir y para sensibilizar? Lo que pasa es que evidentemente hay cosas que a determinados grupos o determinadas orientaciones políticas no les cuadran porque les supone perder unos privilegios que el hombre tenía hasta ahora. No hay que confundir derechos con privilegios. No hay que tener miedo a que el mundo que le dejemos a nuestros hijos y a nuestras hijas sea mejor. No creo que sea tan complicado entender esto. Además, la igualdad es un beneficio para toda la sociedad. Ocurre como con la educación o la sanidad. Es algo de lo que todos y todas nos beneficiamos.
Has comentado el tema de los jóvenes…¿No resulta preocupante que de la impresión de que relativizan en cierto modo la violencia de género y rechazan, en cierto modo, el discurso oficial pro-igualdad?
Nos preocupa en el sentido de que vemos que hay un retroceso. Sí es verdad las campañas y todo el trabajo que se lleva haciendo durante años en los centros educativos con los chicos y las chicas a la hora de tener conciencia de que la violencia de género existe, tener conciencia de que si tú estás viendo determinadas actitudes en tu pareja puede ser que no sea la mejor de las maneras o el mejor modo que te pueda tratar. Todo eso es como que lo estamos perdiendo, por lo que te decía antes. Incluso volvemos a aquello que tanto nos costó empezar a remover del amor romántico, de que si me controla por qué me quiere, que no pasa nada porque me esté llamando cada cinco minutos, es que solamente quiere que esté con él…. Volvemos otra vez a eso y es muy preocupante porque eso lleva luego a otras cosas peores. Quizá lo que tenemos que hacer también es adaptarnos al lenguaje y al medio a través del cual les llega toda la información a los jóvenes. Antes quizá era más fácil para la administración llegar a los jóvenes en los colegios, en los institutos. Ibas allí con tu charla, tu guía impresa, les contabas…pero es que tienen tal facilidad como tenemos cualquiera de acceder a las redes y un niño de ocho años puede estar viendo cualquier burrada en redes. Eso es muy difícil de controlar. Tendremos que ser capaces a través de esas redes que ellos utilizan, a través de su propio lenguaje, hacerles entender que el problema sigue siendo el mismo y que tiene otras formas de manifestarse. Quizá el camino debe ser ese. Adaptarnos nosotros a lo que ellos están recibiendo ahora mismo.
¿Cómo ha transcurrido el año 2023 en cuanto a denuncias, órdenes de protección….?
El tema de denuncias no son datos que nosotros manejemos. Eso es más la Delegación del Gobierno. Son datos que nosotros no manejamos porque cuando los necesitamos también desde las provincias los pedimos a las Subdelegaciones. Mucha gente me pregunta, ¿Cada vez hay más? Creo que cada vez hay más denuncias porque las mujeres saben que tienen recursos y saben que tienen apoyo para salir de esa situación. Independientemente de que muchas también es cierto que siguen sin denunciar. Cuando hay un asesinato, muchas de ellas no han denunciado, no se tenía constancia en el entorno de que estaban sufriendo violencia de género. Pues en eso tenemos que seguir trabajando. Para que las mujeres sean conscientes de lo que les está pasando, que es muy difícil. Cuando veas la más mínima señal de que puedes estar sufriendo algún tipo de violencia de género, de todos los tipos de violencia de género que hay, pues saber atajarlo y poner pie en pared.
«Los derechos sociales cuesta siglos conseguirlos y se pueden perder en una legislatura, como vimos aquí»
A las administraciones se les echa en cara que, a pesar de todos los discursos, la violencia de género sigue existiendo y mujeres siguen siendo asesinadas por sus parejas prácticamente a diario. ¿Cuál es tu opinión ate este tipo de valoraciones?
¿Sabes lo que yo les digo a estas personas cuando me lo dicen? Cada mujer que es asesinada a mí me duele muchísimo. No puedes imaginar el estado de nervios que me entra cuando nos llega un aviso de que han asesinado a una mujer. Pero frente a la desgracia y la pesadumbre que me provoca eso, tengo la satisfacción de que hay muchísimas más mujeres que cada año pasan por nuestros recursos de acogida que salen de esa situación de violencia de género. En Castilla-La Mancha, si no recuerdo mal, desde que hay estadísticas creo que son 58 mujeres las que han sido asesinadas. Pero son miles las mujeres que han pasado por nuestros recursos de acogida, miles las criaturas que con sus madres han pasado por nuestros recursos de acogida de verdad, estoy convencida de que hemos salvado a esas miles de personas. Me voy a quedar, de verdad, con eso. Me duele, ya te digo, cada una de las asesinadas, de las mujeres que sufren violencia de género pero me voy a quedar con las miles de vidas que a lo largo de todos estos años que desde el Gobierno regional se está trabajando en materia de igualdad, desde el Instituto de la Mujer, con nuestro Centro de la Mujer y con los recursos de acogida… me voy a quedar con todas esas vidas que hemos salvado.
La legislación nacional y regional… ¿Es la adecuada? ¿Haría falta algún tipo de modificación legal para ser más eficaces en materia de igualdad y contra la violencia machista?
Como todo en esta vida, todo es susceptible de mejorarse. Sí que es verdad que a nivel legislativo, a nivel de Consejería de Igualdad y del Instituto de la Mujer, sí que se quería revisar la Ley de Igualdad que es del año 2010. La Ley 12-2010. Evidentemente, aunque sólo sea en el lenguaje ya está completamente desfasada. También hay que tener en cuenta que después de esa Ley de Igualdad del año 201, se ha ido legislando mucho en nuestra comunidad autónoma en materia de igualdad y contra la violencia de género. Nuestra Ley para una Sociedad Libre de Violencia de Género es del año 2018 y ya está adaptada al convenio de Estambul, como era de obligado cumplimiento. Incluso nuestra ley autonómica está muchísimo más trabajada y avanzada que la ley estatal. La ley estatal aún sigue reconociendo violencia de género solamente la que se produce dentro de la pareja o la expareja. En la nuestra están recogidos todos los tipos de violencia de género que hay: mutilación genital, prostitución, violencia en la pareja y en las exparejas, la trata de seres humanos, la violencia sexual… ¿Qué se puede mejorar? Por supuesto, estamos en ello.
Y en materia de recursos, tema pisos de acogida… ¿Cómo vamos?
A finales del año pasado se renovó el convenio que tenía firmado el Instituto de la Mujer con Gicaman para poner a disposición de las mujeres que son víctimas de violenciade género una vivienda si la necesitaban. Una mujer cuyos hijos sean mayores de 18 años no podría ingresar este este recurso de acogida porque solamente pueden ingresar menores de 18 años. Entonces, para estos casos, se les gestiona o bien un piso o bien una de las ayudas al alquiler. Se les puede pagar hasta 750 euros de alquiler. Aayudas, las tenemos.