El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha confirmado que el Gobierno central estudiará con las comunidades autónomas la implantación del toque de queda para intentar frenar el ascenso de casos de coronavirus, pero ha advertido que esa medida requeriría la declaración del Estado de Alarma.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el dirigente nacional ha señalado que la cuestión se analizará el jueves en el Consejo Interterritorial de Salud (órgano que reúne a los responsables sanitarios del Estado con los de las autonomías) pero ha avanzado que para prosperar necesitarán asegurar previamente apoyos a la decisión, tanto políticos como territoriales. La normativa faculta al Ejecutivo central para declarar en solitario el Estado de Alarma durante quince días pero, a partir de ese plazo, necesita un refrendo del Congreso que el gabinete de Pedro Sánchez quiere aquilatar por adelantado por si hubiera necesidad de prorrogarlo, como es previsible.
Illa ha destacado que el toque de queda, la prohibición o limitación de movimientos a partir de un determinada hora en todo o parte del territorio nacional, ya se aplica en otros países europeos, incluidos algunos con una incidencia del virus inferior a la de España. Esta mañana la Comunidad de Madrid había planteado la posibilidad de esta medida que también está valorando Cataluña.