El Gobierno regional aboga por levantar el cierre perimetral de la comunidad durante «algunos días puntuales» de las fiestas de Navidad con el fin de que los castellano-manchegos que residen fuera puedan regresar para reunirse con sus familias y los oriundos de otras zonas puedan salir de los límites autonómicos para hacer lo propio.
Blanca Fernández, consejera portavoz, ha explicado que en la reunión del Consejo Interterritorial de Salud -integrado por el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas- que se celebrará en la tarde de este miércoles plantearán la posibilidad de permitir excepcionalmente la movilidad durante algunas fechas concretas. El resto del mes se mantendría vigente la prohibición de salir del territorio de Castilla-La Mancha o entrar en él salvo por causa justificada, que se extendería por tanto más allá del Puente de la Constitución-Inmaculada Concepción.
Fernández, no obstante, ha matizado en la rueda de prensa ofrecida en Toledo que, si bien esa es la postura inicial del Ejecutivo autonómico, está abierta a cambios y «mejoras» fruto del debate de esta tarde ya que van a la reunión «con una actitud colaborativa y leal» y con la intención de que se establezcan «medidas coherentes» en toda España «y con la flexibilidad para adaptarse a la realidad de cada territorio». Por eso ha insistido en que estas medidas «no están cerradas».
En ese planteamiento inicial también se defiende «abrir un poquito la mano con las reuniones familiares» para que en fechas como Nochebuena o Nochevieja se eleve de seis a diez personas el límite de personas no convivientes que se pueden juntar en un domicilio. Una flexibilización que también afectaría al toque de queda, que el 25 y el 31 de diciembre comenzaría «a la una o una y media de la mañana» en vez de a las 0:00 horas establecidas actualmente.
La portavoz ha reiterado la necesidad de conjugar con los encuentros de las familias con la contención y ha establecido una relación causa-efecto entre la movilidad del Puente del Pilar y el aumento de contagios que aceleró la segunda ola. «Queremos facilitarle la vida a las familias pero sin abrirles la mano al virus», ha remarcado.
