El Gobierno de Castilla-La Mancha «muestra su disposición y responsabilidad para atender la emergencia humanitaria derivada de la situación en Ceuta».
Así lo ha manifestado la consejera de Bienestar Social, Bárbara García Torijano, después de mantener una reunión extraordinaria convocada por la Secretaria de Estado de Derechos Sociales, para abordar posibles acciones conjuntas entre el Gobierno de España y las comunidades autónomas para afrontar la crisis migratoria en Ceuta y la situación de los niños y niñas que han llegado no acompañados desde Marruecos a la Ciudad Autónoma de Ceuta.
Así, García Torijano ha indicado que “el Ejecutivo autonómico muestra su solidaridad con la situación migratoria en Ceuta y se suma al resto de comunidades autónomas en la búsqueda de un esfuerzo común, solidario y armonizado”
En este sentido, Bárbara García Torijano ha señalado que “el Gobierno de Castilla-La Mancha está a la espera de recibir información más detallada desde el Ministerio para valorar la capacidad de respuesta».
Asimismo, la consejera de Bienestar Social ha destacado que “la protección de las personas, pero sobre todo de la infancia y de sus derechos, debe ser una máxima de cualquier gobierno”. Y en este sentido, el Gobierno de España puede contar con la colaboración de Castilla-La Mancha, en cumplimiento de la Declaración de los Derechos Humanos y de la Convención sobre los Derechos del Niño”.
Page pide que se haga caso al Papa
En su intervención hoy en Ciudad Real, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, no ha pasado por alta la crisis que estos días se está dando en Ceuta. A este respecto, ha pedido a todos los partidos, “a derecha e izquierda que hagan caso al Papa cuando dice que somos personas”.
“Hay mucha gente que se da golpes de pecho y no con agua bendita, pero, a la hora de la verdad, cuando ven a niños ahogándose en el Atlántico o en el Mediterráneo no hacen caso”, ha dicho, al tiempo que ha hecho un llamamiento a seguir los preceptos del Pontífice cuando dice que “todos somos personas”.
García-Page ha rechazado a este respecto los populismos y se aferra a que todos los dirigentes hagan un planteamiento “decente” de la situación porque lo contrario “nos lleva a la ruindad social o política”, ha concluido.