Limitación de las visitas a las residencias de mayores y centros de discapacidad a una a la semana, con cita previa y de un único familiar. Administración «inmediata» de la tercera dosis de la vacuna a los grandes dependientes y a sus cuidadores, independientemente de su edad. Esas son las dos medidas principales aprobadas este miércoles por la Comisión de Salud Pública y Vacunación de Castilla-La Mancha para proteger a los más vulnerables frente al avance de los contagios de coronavirus en la comunidad.
Un crecimiento que se mantendrá durante las próximas jornadas y semanas, según ha advertido en comparecencia de prensa el presidente autonómico, Emiliano García-Page, quien pronostica «una evolución a peor, con un mes de enero que no va a ser fácil» y una escalada de la incidencia desde los 1.064 casos por 100.000 habitantes actuales.
Más incidencia, menos hospitalización
El dirigente autonómico ha querido no obstante matizar ese escenario de transmisión generalizada oponiendo los datos de impacto hospitalario que está causando. «En los peores momentos de la pandemia el 10% de los positivos terminaba en ingresos, muchos de ellos de gravedad, y ahora solamente lo hace un 1,15%», ha señalado, atribuyendo esta divergencia al proceso de vacunación. En la misma línea, el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha destacado que mientras la incidencia multiplica por cinco la que había en esta fecha del año pasado -un fenómeno relaciona la generalización de la variante ómicrón, que copa el 80% de los casos en la región- el número de pacientes en camas convencionales y UCI es de aproximadamente la mitad. La edad media de los fallecidos se sitúa en estos momentos en 83,7 años.
Por todo ello, el Gobierno regional se mantiene en su tesis de no aplicar nuevas restricciones generalizadas sino centrarlas «en la población diana del virus» y confiar en la «prudencia de la ciudadanía» que, en palabras de Page, «se autoconfinó y autolimitó más que nunca durante esta Nochebuena».
A su juicio, limitaciones «intermedias» mientras se mantiene la movilidad, «que España ha decidido que no va a restringir», tienen una eficacia dudosa. No obstante, ha dejado la puerta abierta a revaluar la situación antes de la festividad de la Epifanía (6 de enero) y a aplicar más medidas «si vemos que es necesario». Incluso «plantearíamos a nivel nacional cuestiones más duras si fuera necesario». Para ese cambio de criterio se tendría que llegar a un nivel de incidencia que no ha precisado «porque varía también en función de la situación de otras comunidades y del global» e influirá también la situación hospitalaria.
Mientras, el Gabinete de Page confía la gestión de la sexta ola a las ya referidas limitaciones de visitas en geriátricos y a la vacunación de nuevos colectivos y también planteará que la Justicia autorice la obligatoriedad de los test a los trabajadores de los centros sociosanitarios, actualmente únicamente recomendados: dos a la semana para los que no están vacunados y uno para los que no están. «Son medidas esencialmente preventivas, de los 145 casos que hay actualmente en las residencias, únicamente dos están en el hospital y controlados», ha explicado la consejera de Bienestar Social, Bárbara García Torijano.
Puntos de testeo
Dentro de la estrategia planteada a corto plazo se ha anunciado, como ya se hiciera la semana pasada, la instalación de puntos de testeo en la comunidad autónoma separados del circuito convencional de Atención Primaria, «que es la que está soportando la mayor presión», y Urgencias hospitalarias. Fernández Sanz ha detallado que serán nueve: tres en la provincia de Ciudad Real, dos en Toledo, dos en Guadalajara, uno en Albacete y otro en Cuenca. «Si es necesario ampliar por la demanda, lo haremos», ha asegurado recordando que están reservados a pacientes con síntomas. En realidad en la capital conquense, tal como adelantó este periódico, ya funciona desde el lunes un centro de estas características en el Recinto Ferial La Hípica, que ha realizado alrededor de siete centenares de pruebas en dos días y que ha soportado problemas de saturación.