El próximo jueves, 23 de septiembre, el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha aprobará la «supresión por completo de los aforos en los espacios públicos» y la vuelta a los horarios pre-COVID en todo tipo de negocios y actividades, como la hostelería, que no tendrán más límite que el que marquen las respectivas ordenanzas municipales y otras normativas previas a la pandemia.
Así lo ha avanzado el presidente de la comunidad, Emiliano García-Page, en el acto de entrega de los Premios a la Excelencia y la Calidad en la prestación de los Servicios Públicos de Castilla-La Mancha, que se ha celebrado en la mañana de este lunes en el toledano Palacio de Fuensalida.
Page ha señalado que el levantamiento de las supresiones será mucho más amplio y entre las medidas que se decidirán formalmente en la sesión extraordinaria del jueves ha citado también la recuperación del uso de las barras de bares y restaurantes.
Page ha defendido que «este salto hacia adelante» está respaldado por «los datos, la vacunación y la cantidad de profesionales que hemos contratado», lo que permite avanzar en la flexibilización «con tranquilidad». En la misma línea ha destacado que desde esta semana «ningún médico de atención primaria tendrá más de 2.000 tarjetas a su cargo», un compromiso para el que ha sido necesario contratar a 59 facultativos.
El presidente regional considera que con la liberalización no pretenden «hacer política» y ha opinado que «no se puede pedir un sacrificio permanente» a la ciudadanía ni tampoco a los sectores privados más afectados. Otra cosa, ha matizado, es «mantener la prudencia» en cuestiones como el uso de la mascarilla o las distancias.
Además, ha insistido en que con este nuevo escenario los servicios públicos también deben adaptarse y retornar a una situación prepandémica en lo que se refiere a atención a la ciudadanía.
