El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha avanzado este jueves que la semana que viene los servicios sanitarios comenzará na citar a los miembros de colectivos esenciales como bomberos, docentes y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y docentes que fueron vacunados con AstraZeneca para que sean inoculados con la dosis adicional.
El anuncio llega después de que la Comisión de Salud Pública haya aprobado hoy administrar dosis de refuerzo a aquellas personas menores de 60 que recibieron pauta homóloga de Vaxzevria (AstraZeneca) como primovacunación. En estas personas, la dosis de recuerdo se administrará a partir de los 3 meses de la última dosis.
Page ha explicado que de manera simultánea también a partir de la semana que viene se comenzará a llamar a la población de 50 a 59 años para organizar también la inyección de la tercera dosis de refuerzo. El acuerdo de la Comisión de Salud Pública el acuerdo es que se comience, como ha venido siendo habitual, por las cohortes de mayor edad y que esa dosis se administre a partir de los 6 meses de la última recibida. Se usarán las soluciones basadas en la tecnología ARN, es decir, Pfizer o Moderna.
El presidente autonómico ha explicado también que el 4 de enero se iniciará la citación de los niños de 8 y 7 años, «y también algunos de 6» continuando así con el proceso específico de vacunación infantil que comenzó este miércoles. La previsión de la Junta es que antes de que enero llegue a su ecuador se hayas completado las inoculaciones de las primeras dosis en el colectivo que va de los 5 a los 11 años, el último en incorporarse. Page ha celebrado que en estas primeras horas no «haya ninguna alerta adversa» respecto a efectos secundarios relevantes entre los más pequeños.
Por otro lado, y en una comparecencia especial desde el toledano Palacio de Fuensalida para hablar de los planes anticovid del Ejecutivo que preside, el máximo dirigente regional también ha informado de que ha solicitado al Ministerio de Defensa la reincorporación de los rastreadores militares para que colaboren en la localización de contactos de infectados. La medida se toma ante la aparición de la variante ómicron y el repunte de contagios, «que no tiene por qué traducirse en uno de hospitalizaciones» y, según ha aclarado Page, «no es para sustituir efectivos sino para complementar» al personal del Sescam que se dedica a estas labores «que no se va reducir ni suprimir».