El Gobierno de Castilla-La Mancha tiene previsto completar el plazo de diez días con medidas de nivel 3 ‘reforzadas’ sin endurecer las restricciones ni adelantar el toque de queda, según han indicado fuentes de la Consejería de Sanidad.
Estas mismas fuentes han indicado que el Ejecutivo autonómico confía en la eficacia de las medidas contempladas en el Decreto publicado este martes y no se contempla su revisión «salvo algo extraordinario o excepcional». Así, el próximo jueves, fecha en la que finaliza el plazo de diez días, se procederá a evaluar la situación epidemiológica de la región y adoptar las medidas que se estimen oportunas en función de la evolución real de la pandemia.
El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha explicado este jueves en el Pleno de las Cortes de Castilla-La Mancha que durante toda la pandemia por COVID-19, cuando la situación epidemiológica lo requiere, “la autoridad sanitaria regional o provincial en su ámbito de competencia, mediante resolución ha venido adoptando las medidas especiales en cada ámbito territorial, con restricciones, limitaciones o prohibiciones de actividad según ha sido necesario”.
“El objetivo es evitar la transmisión del virus, de que no alcance a personas a cuya salud pueda afectar, especialmente gravemente o pueda comprometer su vida. También sin duda proteger a la red asistencial sanitaria para que pueda realizar su actividad cotidiana de atención, prevención y tratamiento ya que el resto de patologías siguen existiendo”, ha afirmado el consejero. En este marco de medidas proporcionadas se ha venido trabajando y con buenos resultados, municipio a municipio, provincia a provincia o a nivel de área sanitaria.
«Medidas excepcionales»
El consejero de Sanidad ha recordado que “la semana pasada se tuvieron que adoptar medidas excepcionales sobre toda la provincia de Ciudad Real, utilizando además las competencias del presidente como autoridad delegada del estado de alarma para restringir la circulación entre municipios y adelantar la limitación nocturna de la movilidad, el llamado toque de queda”.
Conforme a la evolución epidemiológica, al igual que se han adoptado en otras comunidades autónomas, la situación ha llevado a adoptar medidas excepcionales durante diez días inicialmente (sujetos a evaluación y seguimiento constantes), con el objeto de evitar la transmisión comunitaria del coronavirus.
Este lunes, en una reunión extraordinaria, el Consejo de Gobierno evaluó la información de la Dirección General de Salud Pública, estableciendo un marco de medidas especiales nivel 3 reforzadas en todo el territorio de Castilla-La Mancha, ante el avance de la incidencia de la epidemia por coronavirus.
Por todo ello, Fernández Sanz destacó que “hemos tenido como Gobierno un compromiso muy proactivo con la estrategia de detección precoz y vigilancia, en la que vienen trabajando de la mano desde hace meses los recursos de Atención Primaria y de Salud Pública, reforzados con rastreadores en el ámbito sanitario, en las delegaciones y con el apoyo de efectivos militares para dicha labor”.