Emiliano García-Page ha anunciado que a lo largo de esta semana firmará un decreto para levantar «a partir del próximo domingo» el cierre perimetral de Castilla-La Mancha. Desde esa fecha será posible salir del territorio autonómico o entrar en él libremente, sin necesidad de justificarlo con alguno de los motivos que hasta ahora permitían los desplazamientos, como los viajes por motivos laborales, académicos o sanitarios.
El presidente del Gobierno regional, que ha realizado este anuncio en una acto en Tarazona de La Mancha (Albacete), ha señalado que la prohibición de la movilidad entre comunidades «es una de las duelen a la ciudadanía» y ha defendido eliminarla «por razones familiares, económicas y hasta anímicas».
Ha aclarado que esta medida se tomará en cualquier caso y de manera independiente a las que se establezcan una vez que haya concluido el segundo Estado de Alarma el próximo 9 de mayo. En esa línea ha solicitado «un paraguas constitucional» que permita a los ejecutivos regionales mantener el equilibrio entre «las necesarias limitaciones que hay que mantener y la apertura hacia la vida normal».
Ha señalado que restricciones como las mascarillas o el toque de queda son aún eficaces y ha reclamado un sustento del Estado para tomarlas y que no dependan de decisiones autonómicas.
Antecedentes
Desde las 0:00 horas del 7 de enero, hace ahora casi cuatro meses, no se puede salir del territorio de Castilla-La Mancha ni entrar en él salvo que el motivo del desplazamiento sea alguno de los contemplados en la normativa. Básicamente, cuestiones médicas, académicas o profesionales y cuidado de menores y dependientes, así como trámites legales.
Durante Navidades, del 23 de diciembre al 6 de enero, sí que fue posible traspasar los límites de la comunidad para reencuentros con familiares y allegados, aunque teóricamente no para viajes turísticos. Fue un levantamiento parcial de la prohibición de movimientos interautonómicos que había sido establecida desde el 30 de octubre, justo antes del Puente de los Santos.
Con esa excepción navideña, los castellano-manchegos sí que pudieron desplazarse por ejemplo a Madrid o Castilla y León pero no así a la Comunidad Valenciana, que incluso durante esas fiestas mantuvo el cierre estricto. Así, los más de 50.000 naturales de Cuenca que están empadronados en territorio valenciano tienen vetado el regresado a su tierra de origen desde hace más de medio año.