En los últimos tiempos el stock de vivienda que se alquila en Cuenca capital ha caído considerablemente, haciendo que los que buscan una casa tengan que sufrir una auténtica odisea hasta encontrarla y en muchas ocasiones supone terminar firmando por hogares que están lejos de sus expectativas iniciales. Además, quien ya vive de alquiler se lo piensa dos veces antes de plantearse cambiar de piso.
Basta con echar un vistazo a dos de los portales web más famosos para darse cuenta de la problemática situación: en Fotocasa hay listadas este mes de noviembre de 2021 un total 17 viviendas para alquilar, una cifra que se reduce hasta trece si la búsqueda que se hace es en Idealista. Eso sí, no son en total 30 viviendas, puesto que en bastantes casos el mismo inmueble figura en ambos portales. En esta última web los que buscan casa tan sólo pueden elegir entre cuatro en el Casco Antiguo, cuatro en el centro, dos en la zona universitaria, y una en Alameda, Reyes Católicos y San Fernando.
Según los últimos informes de Idealista, la escasez en la vivienda para alquilar en Cuenca capital ha impactado en el precio de estos. En octubre de este año la cuantía media era de 5,8 euros el metro cuadrado, un 20,8% más cara que hace cinco años, cuando era de 4,8 euros. Los precios del mercado de alquiler según este seguimiento llegaron a superar los seis euros por metro cuadrado durante los meses de abril, mayo y junio de este año, con 6,2 euros por metro cuadrado de máximo en junio.
Si lo que se busca es un piso en el centro, según este mismo informe, el precio medio por metro cuadrado en octubre es de seis euros, habiendo subido un 3,5% en el último mes. El máximo histórico de la serie se alcanzó en este caso en mayo de 2019, cuando los pisos en alquiler en el centro llegaron a promediar 6,4 euros por metro cuadrado.
Martín Romero, propietario de la Inmobiliaria Romero, reconoce en declaraciones a Voces de Cuenca que hay “poca” oferta de viviendas en alquiler en Cuenca capital. Como ejemplo, en su página web tienen listadas un total de nueve inmuebles para alquilar.
Entre los motivos que han provocado este bajo número de inmuebles para alquilar, Romero subraya que “se ha construido poco, el mercado se ha saturado y por tanto a corto plazo no se espera que haya solución”. También señala que otro de los motivos puede deberse a “un cambio de hábitos de los estudiantes”, porque ahora “prefieren vivir en casas y no tanto en los colegios mayores y residencias universitarias, y han hecho que baje el número de casas disponibles”.
El auge de los alquileres turísticos y vacacionales también ha influido en el sector del alquiler tradicional, si bien en este caso según Romero “no puede haber tenido un volumen que haya descabalado al mercado”. Eso sí, indica que en este aspecto, el impacto lo ha sufrido sobre todo el Casco Antiguo, principal destino de los turistas que visitan la capital.
Los propietarios quieren más garantías para alquilar
La situación que vive el mercado inmobiliario actual hace que los propietarios cada vez requieran más garantías para arrendar sus casas. Sobre este aspecto Romero argumenta que “la Ley de Arrendamientos a lo mejor no está dando todas las garantías suficientes a los propietarios para que pongan su vivienda en alquiler”. Pese a que reconoce que en la capital conquense hay un elevado número de viviendas vacías “no todo el mundo está dispuesto a alquilar, quizá porque no hay garantías suficientes para que las pongan en el mercado”.
Respecto a los precios, Romero considera que la situación en la capital conquense “no es excesivamente cara en comparación con otras ciudades” e incide en que “lo que sí buscan los propietarios son muchísimas garantías a la hora de alquilar, y por eso seleccionan a inquilinos que consideran que no van a tener problemas, y preguntan por la nómina y su estabilidad laboral para tener tranquilidad”.
Sí que hay demanda de alquileres en Cuenca capital, ya que según da a conocer el propietario de Inmobiliaria Romero “viene mucha gente a preguntar, pero tienen dificultades para encontrar lo que buscan, y luego los propietarios son muy selectivos y además en su mayoría no quieren alquilar por periodos cortos de tiempo”. En cuanto a los perfiles de quienes buscan alquilar, Romero cita “gente joven o personas que se han trasladado a Cuenca por motivos laborales”.
Tampoco se han registrado excesivas variaciones con la moda del teletrabajo tras los confinamientos: “El impacto ha sido mínimo. No ha habido un gran boom como podría suponerse pensando en lo que cuesta vivir en las grandes ciudades donde se pagan disparates por habitaciones. Podría ser un reclamo que la gente que trabaja a distancia viniera a Cuenca”, sentencia.
Ampliar el parque de viviendas pequeñas para solucionar el problema
Tomás Vieco, propietario de la Inmobiliaria Vieco, coincide en su conversación con este periódico en que “las personas que quieren alquilar un piso lo tienen difícil”. Entre los motivos, apunta tanto a la oferta como a la demanda, señalando que “este año y en general desde que llegó la COVID ha habido menos rotación de estudiantes y quien tiene un piso de alquiler lo quiere mantener; y luego ha habido una mayor demanda de gente que viene de fuera y quiere alquilar. En Cuenca, a fin de cuentas, no hay tanta vivienda en alquiler y se nota pronto”.
En cuanto a la oferta, asevera que “ha habido problemas de impagos últimamente y la gente selecciona muchísimo al cliente que quiere, a nosotros los propietarios nos piden mucha información sobre sus futuros inquilinos”. En este punto detalla que “quienes tienen una vivienda puesta en alquiler no es gente a la que le sobre el dinero, pero sí que en su mayoría no depende de esa renta para vivir”, apunta Vieco señalando a que en Cuenca “hay bastantes viviendas vacías pero sobre todo son propiedad de gente de los pueblos, que aunque no las utilicen mucho, tienen miedo de ponerlas a rentar”.
La solución al atasco en el alquiler es complicada. Vieco afirma que “si dan ayudas para el alquiler a la gente joven al final repercuten en una subida de precios, y a corto plazo no son malas, pero no solucionan el problema a largo plazo. A mi juicio, se solucionaría dedicando dinero público a hacer muchas viviendas para alquilar”.
Sobre este aspecto lamenta que “en los últimos 20 o 30 años la vivienda que se ha hecho en Cuenca es grande, de más de 80 metros útiles, y lo que la gente necesita ahora son más del estilo antiguo, como las que hay en el Grupo La Paz o Las 500, con menos metros, unos 60 útiles, pero que con los códigos de edificación actuales son muy válidas. Así sí se pueden pagar alquileres”.
Además, otro de los aspectos que resalta como claves en este mercado inmobiliario conquense es que “nadie en Cuenca compra una vivienda para luego alquilarla porque no es rentable, y por tanto no hay viviendas en alquiler. Una vivienda vale entre 150.000 y 200.000 euros y los alquileres están en 500 euros al mes, a los que hay que restar los gastos de comunidad, por lo que se obtiene escasamente un 2% de rentabilidad y por tanto los propietarios tienen una ecuación riesgo-recompensa que no es favorable”. Así, concluye que “hace falta un parque de viviendas de tamaño pequeño, que es lo que se suele buscar en alquiler, que los jóvenes puedan pagar con sus sueldos, e incluso luego tener opción a compra”.