Un proyecto presentado a los presupuestos participativos, y que de hecho fue el más votado en la primera fase, solicita parques infantiles inclusivos. Según señala en su propuesta la usuaria Oriana, Cuenca cuenta con varios parques infantiles repartidos por toda la ciudad pero la mayoría, por no decir todos, son inaccesibles para niños con diversidad funcional.
Según critica de los parques infantiles que hay en la actualidad en la capital conquense, “en muchos casos para acceder al tobogán hay que pasar por redes de cuerda, minirocódromos y otros sistemas que para muchso niños son auténticas barreras. Y en el caso de los columpios pasa lo mismo, tampoco están pensados para ellos”.
En su texto lamenta que “se habló de la instalación de un parque inclusivo en el parque de Los Moralejos, pero un año después sigue sin ser una realidad”. Según su criterio, Cuenca no necesita un solo parque en toda la ciudad, lo que necesitan es que el parque de su barrio sea accesible y no tener que coger un coche, y menos ellos, y recorrer varios kilómetros para disfrutar de un rato de ocio en condiciones”.
El proyecto, que está cuantificado en 200.000 euros, apunta que “con pequeños cambios, adaptar los parque a todos los niños es posible, y más ahora, que el Ayuntamiento tiene pendiente un proyecto para arreglar muchos de ellos, ya que la mayoría se encuentran en un estado de dejadez y abandono considerable”.
Para culminar, sentencia que “Cuenca es una ciudad amiga de la infancia. Pues que lo sea, pero con todo tipo de infancia, ya que todos los niños tienen derecho a disfrutar como el resto de los parques infantiles”.
La usuaria Oriana ya presentó a los presupuestos participativos de 2020 una propuesta pidiendo la instalación de un parque infantil adaptado para personas con diversidad funcional. Pero en aquella ocasión fue denegada porque, según el informe de inviabilidad, “esta actuación está planificada y en los próximos días se procederá a su instalación”.
En esta ocasión el informe técnico indica que se trata de un proyecto “muy abierto y donde el límite de la inversión es el límite de disposición económica”. Además, apunta que las actuaciones “deben ser encaminadas al rediseño de las áreas infantiles, tanto en juegos adaptados como en vallados, accesos y suelos, entre otros, buscando áreas que puedan ser utilizadas por todos los niños, completándose tras la instalación con certificados de homologación que acrediten la sujeción a la normativa que les es aplicable”. “Con el coste máximo no pueden adaptarse todas las áreas de juego de la ciudad, pero se realizará un estudio para poder intervenir en al menos siete áreas repartidas por la ciudad”, concluye el informe de viabilidad.