Entre las propuestas presentadas a los Presupuestos Participativos, que se encuentran actualmente en fase de votación, figura la instalación de un ascensor o montacargas en las escaleras que unen, o separan, según se mire, las calles Cañete y Jorge Torner.
El ideólogo es Luis Sánchez Otero, quien explica en la exposición de motivos que en la primera de la vía y otras superiores hay una «gran densidad de población» que usa estos escalones para llegar a la zona comercial de Fermín Caballero si le es posible físicamente. Si no, tiene que usar rutas alternativas más largas para evitarlos con los carros y bolsas de la compra.
«Para muchos vecinos mayores el simple tránsito por ellas supone un esfuerzo excepcional y peligroso por tener una contrapisa demasiado alta para sus capacidades», indica Sánchez Otero.
Por ello plantea dos posibles soluciones alternativas un ascensor en el rincón de la escalera o un simple montacargas de reducidas dimensiones para los carros y bolsas de compra. «Funcionarían con tarjeta como existe en alguna ciudad de Francia», ilustra.
Otra opción sería instalar un salvaescaleras con un montacargas que correría por una barra quebrada siguiendo el trazado de la escalera o por una barra continua por su exterior. La propuesta se puede apoyar en la web de los Presupuestos Participativos en este enlace.
El mismo defensor este proyecto ha presentado otra propuesta referente al mismo espacio, en el que aboga por disminuir la contrapisa (contrahuella) que considera muy elevada, lo que dificulta el tránsito por las escaleras sobre todo con carros y bolsas de compra. Agrega que la huella también es algo justa. El tránsito por las muchas personas mayores del barrio resulta así «difícil y peligroso».
La propuesta aboga por disminuir el tamaño de las partes verticales de los peldaños y aumentar la horizontal, la huella, para propiciar ascensos y descensos más suaves. «Según sean las medidas ocultas de los actuales peldaños podría ser posible que se puedan aprovechar para las nuevas escaleras», apunta.
Otra posible alternativa para suavizar la pisada de las personas mayores que han perdido flexibilidad sería combinar un peldaño con una huella larga en rampa de varios pasos al estilo de las que existen en ciertas calles del Casco Antiguo. «En un extremo el peldaño sería recortado para formar una rampa continua de la anchura de un carro de compra», indica.
El promotor ha colocado carteles explicando su propuesta en las mismas escaleras y explicando a los vecinos cómo pueden apoyar esta reforma, que se puede respaldar en este enlace, y ofreciendo ayuda para hacerlo a aquellos vecinos que no se manejen con Internet.