Nuevo elemento histórico conquense que pasa a engrosar la Lista Roja del Patrimonio Español en Peligro. La asociación Hispania Nostra, encargada de elaborar esta relación de bienes en riesgo, ha incluido esta semana las Minas de Sal romanas de Salinas del Manzano, en la Serranía Baja de Cuenca.
Estas minas, recuerda la entidad, fueron explotadas desde el tiempo de los romanos; Quinto Fulvio Flaco ya habla de la importancia de las fuentes salinas de la zona en el 181 a. de C.
Los primeros datos específicos en una fuente histórica son una mención del 9 de abril de 1187 cuando el rey Alfonso VIII de Castilla concede los diezmos de las salinas a la comunidad de canónigos de la iglesia de Santa María de Cuenca. Estas siguieron en uso hasta el pasado siglo XX, aunque en los últimos años su explotación fue a nivel artesanal.
Actualmente se conserva lo esencial de lo que fue el complejo salinero, que ocupa un pequeño valle, donde se aprecia tanto el pozo de captación, como el estanque de decantación y dos conjuntos de balsas de evaporación con un total de 86, equivalente a una superficie de unos 5.000 metros cuadrados.
El conjunto no ha sido invadido por otros elementos posteriores que desvirtúen la contemplación del conjunto. Está justo al lado de la población, apreciándose una bonita vista de conjunto desde la misma iglesia de la localidad.
Las minas, que según el estudio de Hispania Nostra no cuentan con una protección específica, actualmente están abandonadas. No obstante, no se ha perdido la estructura del conjunto, ni las divisiones de las balsas, aunque el deterioro de los murillos de contención del agua es notable en muchas de ellas.
Este enclave conquense ha sido incluido en la Lista Roja porque se trata de «un patrimonio histórico e industrial que con una inversión mínima sería plenamente adaptable para su uso como recurso turístico y etnográfico, muy necesario para una zona enormemente despoblada y con pocos recursos».
La catalogación de las Minas de Salinas del Manzano como «patrimonio en peligro» llega apenas quince días después de la inclusión, el 13 de septiembre, del Arco de Jamete de la Catedral de Cuenca y tres meses más tarde de oficializar la voz de alarma sobre la iglesia de la Virgen de la Luz, también en la capital conquense. En un año se han añadido más elementos de Cuenca que durante los siete anteriores.
Actualmente hay trece bienes de la provincia de Cuenca incluidos en la Lista Roja. Otros seis lo estuvieron pero salieron de ella gracias a actuaciones de rehabilitación o porque se disiparon las amenazas que se cernían sobre ellos.
