Muere José López Calvo, el gran patriarca de los compositores conquenses

Fue director de la Banda Real y autor de algunas de las más destacadas marchas de la Semana Santa de Cuenca

J.J.D. / Voces de Cuenca

El músico José López Calvo, el gran patriarca de los compositores conquenses, ha muerto este miércoles en la ciudad de Cuenca, donde estaba pasado el verano, según ha podido saber este periódico.

Nacido en la capital conquense en 1930, ocho años después ya ingresó en la Academia de Música. Con doce tocaba en la Banda Municipal y con catorce obtuvo el puesto de solista de bombardino. Fueron los primeros pasos de un músico de vocación que desarrolló su carrera en el Ejército, desde abajo y escalando peldaños en el escalafón gracias a su talento y esfuerzo. Comenzó como cabo y músico de tercera en la Banda de Música de Aviación mientras completaba su formación como compositor en el Conservatorio de Madrid.

En el año 1953 logró el número uno de su promoción al acceso al cuerpo técnico de directores civiles y en 1957 también repitió como número uno, en este caso de su promoción para directores militares. Estuvo destinado a Ibiza, Barcelona y Toledo. En 1976 se puso al frente de un operativo especial tras el accidente aéreo de Huete, que coincidió con la estancia de una banda de la legión para las fiestas de San Juan Evangelista de la ciudad optense.

Una labor que, según relataba, fue fundamental para ingresar ese mismo año como capitán de la Guardia Real y pasar al año siguiente a ser el comandante director de la banda de música militar de referencia en España, la conocida popularmente como ‘Banda del Rey’. Superó una criba entre doce aspirantes, nombres brillantes de la dirección musical. Con la regia agrupación musical vendría a la Semana Santa de Cuenca de 1983, dejando una huella perenne en la memoria sentimental colectiva. Estuvo en el cargo hasta 1988, cuando fue sustituido por Francisco Grau.

López Calvo firmó grandes marchas semanasanteras como ‘Por tu cara de pena’, ‘Réquiem por un músico’ (dedicada a su padre, quien le inculcó y le inició en el amor por ese arte)’ o ‘Por un viejo turbo’, que inspiró José María Muro. Siguió componiendo tras su jubilación y a pesar de sus problemas de salud. En 2009 alumbró la marcha ‘Toque, marcha y salve por la procesión de El Perdón’, un regalo para las hermandades del desfile del Martes Santo tras el homenaje que le tributaron ese año.

Al margen de la música de Semana Santa, compuso títulos como el ‘Himno a Cuenca’, el ‘Himno de la Guardia Real’ y cinco villancicos a partir de los textos de Federico Muelas.

Ejerció además una labor de padrinazgo y magisterio sobre las nuevas generaciones de compositores conquenses, y de otros puntos del país, a los que formó, inspiró y tuteló. Fue profesor de estudios superiores de composición en las Fuerzas Armadas y en la capital conquense y una de las voces que reclamó el Conservatorio Superior para la ciudad. Su huella e influencia puede rastrearse en el panorama contemporáneo.

Entres los numerosos galardones y premios recibidos figuran el Premio Ejército de Tierra, que ganó tres veces, o el Premio Tortosa, que logró en dos. Fue asimismo miembro de la Orden Militar del Imperio Británico, Medalla de la Orden de Orange-Nassau, distinguido por la República Federal Alemana, Medalla al Mérito Militar de Primera Clase, Comendador de Número, Plaza, Cruz y Encomienda de San Hermenegildo.

Hombre elegante en la forma y el fondo, tan exigente en su trabajo como divertido conversador, deja con su marcha un hueco enorme en la cultura conquense, de la que fue una de sus grandes personalidades en los siglos XX y XXI.

Condolencias

La Junta de Cofradías de la Semana Santa de Cuenca ha destacado de él que era «un músico y compositor muy querido en la comunidad nazarena», recordando que suyas son varias de nuestras marchas insignes de Semana Santa. «Que el Señor lo tenga en su Gloria. Oramos por su descanso eterno», ha manifestado la institución en un mensaje en sus redes sociales.

El alcalde de Cuenca, Darío Dolz, ha señalado que «conquenses, músicos y nazarenos lloramos por la muerte de José López Calvo, gran músico y compositor conquense» y ha afirmado que «me uno a ese dolor y envío mis condolencias a sus familia y personas allegadas».

Desdela Asociación de Hidalgos y Guisados de Cuenca han recordado que fue compositor de la marcha dedicada al Cristo Yacente conquense, «con partitura dedicada a su amigo y compañero de promoción, el Ilmo. Sr. D. José María Alvarez de Toledo y Gómez-Trenor, conde de La Ventosa».

Documental ‘Música para una Pasión’, que incluye fragmentos de una entrevista con José López Calvo

Música para un Pasión from Voces de Cuenca on Vimeo.

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